En un post anterior compartíamos el planteamiento general del Plan de revitalización del centro histórico de Hermosillo, comentando cómo un enfoque estratégico-táctico ayuda a poner en marcha procesos de transformación de la ciudad.
Aprovechando que este mes nos estamos centrando en hablar de edificios híbridos y catalizadores urbanos, vamos a profundizar en uno de los sub-proyectos clave del Plan Idea Hermosillo: el Banco de Ideas.
Identificando una oportunidad de activación
Ya durante el proceso de mapeo del centro histórico, tanto en las actividades de reconocimiento como en las reuniones participativas y los talleres, una de las localizaciones comenzó a destacar como punto clave en el planteamiento del proyecto: el Banco de Ropa, un edificio de dos plantas usado por una ONG local como punto de recogida, almacenamiento y re-distribución de ropa de segunda mano.
Vista general de la ubicación del Banco de Ideas y de su entorno, desde el Cerro de la Campana.
Vista del Banco de Ropa desde la Avda. No Reelección, y fachada actual vista desde la Avda. Obregón.
Muchos de los ingredientes necesarios para lanzar un proyecto de activación urbana están particularmente presentes en el Banco de Ropa:
- Tiene una ubicación estratégica en el centro del área de intervención (ver mapa). Sobre la calle principal, cerca de un cruce importante y con vistas directas al Cerro de la Campana. Esta ubicación le da un excelente nivel de visibilidad y maximiza su impacto potencial en el centro urbano.
- Presenta una combinación interesante de edificación y espacio público. Dos de sus fachadas, equipadas con grandes puertas correderas, dan a diferentes calles, una de ellas con una pequeña plaza delante. A su lado hay un solar vacío actualmente usado como estacionamiento. Esta combinación de espacios crea la situación ideal para experimentar con intervenciones urbanas interiores y exteriores.
- El tamaño del edificio —en torno a 1.700 m2— y de los espacios circundantes también resulta idóneo, manteniendo la intervención en un rango asequible pero permitiendo alcanzar un nivel de impacto significativo en su entorno.
- El edificio es la única propiedad pública en el área, lo que activa una serie de posibilidades que no se habrían dado en un solar de propiedad privada.
- Se comprobó que transferir el uso existente —como banco de ropa— a otra ubicación era factible e incluso deseable.
- Durante los talleres y las reuniones, varios agentes locales manifestaron su interés en tomar parte en la activación del Banco de Ideas desde el lado sociocultural y empresarial. El edificio se ve como un posible nodo clave para el emprendizaje, la gastronomía y la tecnología, incorporando un componente educativo en su núcleo.
- El edificio, aunque presenta una calidad material y constructiva baja, ofrece un potencial muy grande para la reconversión, pudiendo funcionar como un gran contenedor de actividad.
Todos estos factores, combinados, le dan a esta ubicación un potencial transformador y de impacto positivo en el entorno que no tienen otros de los proyectos identificados. Le confieren la capacidad de activar espacios, atraer gente y convertirse en el primer paso hacia la revitalización del centro.
Fue por ello por lo que se eligió como intervención principal del Plan Idea Hermosillo, y se trabajó en el desarrollo de las primeras ideas y debates hasta llegar a lo que finalmente se presentó como el Proyecto Piloto “Banco de Ideas”.
El Banco de Ideas como catalizador urbano
El propio nombre y la identidad del Banco de Ideas establece un enlace entre el uso actual como banco de ropa y el uso futuro como incubadora cultural, social y económica. Habla también de un espacio de exploración, un lugar capaz de servir de lanzadera a la activación social, cultural y económica de la zona. Capaz de funcionar como “cocina” colaborativa en la que la ciudad y el vecindario puedan experimentar nuevas actividades y formas de organizarse, y lanzar iniciativas que mejoren la calidad de vida.
Este es precisamente el rol de un catalizador urbano: ser uno de los primeros pasos en el largo proceso de revitalización de una zona de la ciudad. El objetivo, por tanto, crear un lugar público y abierto que se convertiría en un nuevo nodo de actividad gracias a intervenciones físicas estratégicas, capaces de conseguir un alto impacto sin consumir excesivos recursos económicos.
Diversificar los usos
Una de las primeras consideraciones a la hora de concebir un nuevo espacio de carácter urbano como el propuesto es la incorporación de nuevos usos y programas que garanticen su transformación en atractor de actividad.
Muchas de las nuevas propuestas de uso surgieron ya durante el proceso de socialización con diferentes agentes clave a través de reuniones temáticas y otras actividades, que sirvieron además para identificar a las personas o colectivos que pudieran involucrarse en la gestión posterior del espacio. Los usos y programas que se identificaron como relevantes para la reconversión del edificio incluyen la gastronomía, la cultura y el patrimonio, el emprendimiento, la educación, las nuevas tecnologías y el deporte.
Temas y actividades clave identificadas en torno al Banco de Ideas.
Maximizar la relación con el entorno
El edificio del Banco de Ideas, con su gran volumen sólido y una altura mayor que la de las edificaciones circundantes, constituye una referencia visual para toda la zona, pudiendo verse claramente incluso desde el Cerro de la Campana. Sin embargo, dada la importancia de su integración en el entorno, la intervención no puede restringirse a un proyecto puramente edificatorio: necesita actuar sobre el entorno próximo.
Por ello, en los espacios exteriores adyacentes (calles y plazoleta de la Avenida Obregón) se plantean intervenciones orientadas a mejorar la usabilidad, el confort, el atractivo y la calidad general del espacio, como la introducción de nueva vegetación o de elementos de mobiliario urbano.
El Banco de Ideas y su entorno como concentradores de nuevos usos.
La ubicación del edificio junto a un estacionamiento público rodeado de una fachada histórica permite crear una combinación única de espacios interiores y exteriores, todos con carácter propio. El aparcamiento se incorpora como un espacio de expansión temporal en los momentos de bajo uso del mismo, posibilitando que el Banco de Ideas pueda también programar actividades al aire libre. Para ello, se propone establecer acuerdos estratégicos que posibiliten el uso temporal del estacionamiento. Se intervendrá a través de la instalación temporal de mobiliario, en el horario y los días que habitualmente se encuentra vacío, añadiendo más posibilidades de uso a la zona.
Las cuatro grandes entradas opuestas, además de facilitar la entrada y salida de personas, mobiliario y objetos de gran tamaño, permiten atravesar física y visualmente el edificio, de acuerdo con su vocación de convertirse en un nuevo espacio público para la ciudad.
El proyecto
El concepto de catalizador urbano se traduce, como en otros casos, en un edificio híbrido, capaz de alojar una gran variedad de usos y dar forma a una tipología a medio camino entre lo cerrado y lo abierto, lo público y lo privado, lo físico y lo digital.
Axonometrías de conjunto mostrando elementos a demoler (rojo) y a añadir (verde) al Banco de Ideas.
El proyecto se basa en la edificación existente y la modifica siguiendo seis principios clave: la creación de espacios multifuncionales, la conexión de los espacios interiores con los espacios públicos circundantes, la mejora de su confort climático con un diseño bioclimático, la integración de nuevas instalaciones y tecnologías para prepararlo para usos innovadores, la creación de un sistema de gestión abierto e inclusivo, y la extensión de las horas de apertura para crear un equipamiento casi 24/7.
Diagramas explicativos de los principales conceptos tras la propuesta del Banco de Ideas.
En el interior del edificio, la intervención se centra en mejoras que permitirán introducir nuevos programas y mejorar las condiciones de confort: aumento de la iluminación natural y de la ventilación, adaptación del espacio a las nuevas necesidades, mejora de la accesibilidad, modernización de las infraestructuras básicas, mejoras en la percepción del espacio, etc.
En torno a un patio que resuelve las comunicaciones verticales, la iluminación y la ventilación, se crean tres plantas libres cuya distribución se resuelve de forma flexible con elementos de mobiliario y particiones ligeras.
Planta y sección de la propuesta.
Una de las acciones clave para la renovación del edificio es la adición de una nueva fachada, realizada con estructuras ligeras y textiles semi-opacos, sobre la existente. Su diseño permite, por un lado, proteger la estructura y el cerramiento principal del edificio de la radiación solar directa, mejorando su comportamiento climático. Por otro lado, además, renueva la imagen del edificio manteniendo parte de su forma anterior.
Recreación del edificio y los espacios circundantes desde el exterior.
La clave de la gestión
Otro de los principales retos relacionados con la reactivación del edificio del Banco de Ropa reside en su modelo de gestión. No es suficiente con mejorar su aspecto físico e incorporar nuevos programas si no se desarrolla un modelo de gestión ad hoc que garantice su viabilidad económica y al mismo tiempo impulse su uso como equipamiento público y de libre acceso.
Por esta razón es necesario contar con el apoyo de diferentes entidades y agentes presentes en la ciudad (emprendedores privados, asociaciones civiles, instituciones locales, fundaciones, ONGs, voluntariado, etc.), organizados en comité administrativo y consultivo, y en un grupo motor de carácter civil que operará la gestión del Banco de Ideas en su funcionamiento diario.
El sector público aportará el inmueble en régimen de concesión y proveerá recursos para la materialización inicial de las transformaciones físicas en espacios interiores y exteriores. Al mismo tiempo facilitará la gestión y operación de los programas con las dependencias públicas involucradas.
Perfiles identificados con vistas a la co-gestión del Banco de Ideas.
Este modelo de gestión se apoya en casos de éxito de diferentes partes del mundo, como Estación Indianilla (CDMX, México), Cascina Cuccagna (Milán, Italia), Infante 1415 (Santiago de Chile), Chapitô (Lisboa, Portugal) o la Scuola Open Source (Bari, Italia).
El objetivo es que, a partir de ese inicio, el Banco de Ideas llegue a ser un proyecto autosuficiente y genere su propia economía y actividad.
Si queréis conocer más sobre este proyecto, os recomendamos revisar el Plan Idea Hermosillo del que forma parte, y el documento con la propuesta para el Banco de Ideas, que dejamos a continuación: