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Cinco razones más para imaginar Madrid

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Durante la presentación en uno de las 9 ubicaciones que aborda el programa

Durante la presentación en uno de los lugares que se transformarán con el programa

Incluso en un momento en el que se están convocando y lanzando más proyectos participativos que nunca, Imagina Madrid es uno de los programas más interesantes que hay actualmente en marcha en la ciudad. Y ahora que ha abierto su convocatoria a profesionales para recoger ideas, muchos podréis formar parte de él.

Existen muchas maneras de pensar y hacer ciudad y el programa Imagina Madrid quiere proponer una diferente. Partiendo de los deseos y sueños de vecinos y vecinas junto con las propuestas de artistas y creadores, queremos imaginar otra ciudad. Una ciudad más cercana y amable en la que inventar sin olvidar nuestras historias.

Convocatoria Imagina Madrid from Imagina Madrid on Vimeo.

Este programa de Intermediae, impulsado por el Área de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid, busca poner en valor 9 espacios en distintos barrios de Madrid. Hasta la fecha el proyecto ya ha recorrido cada uno de esos sitios, ha contactado con vecinos, asociaciones y otros agentes clave, y ha recogido sus impresiones en una gran recopilación de imaginarios que ayudan a entender cada lugar.

Cronograma del proceso

Cronograma del proceso

Y ahora, hasta el 4 de noviembre, ha llegado el momento de abrir la convocatoria a ideas por parte de “personas relacionadas con la creación artística, ya sea desde las artes plásticas, visuales, sonoras, escénicas o performativas, o bien desde la arquitectura o el urbanismo social, interesadas en experimentar nuevos modos de imaginar, habitar, diseñar y vivir el espacio urbano desde las prácticas colaborativas”.

Nos parece una convocatoria única por varios motivos. Su presentación ya habla de participación, colaboración, multidisciplinariedad, descentralidad y corresponsabilidad, mostrando un compromiso claro por poner a prueba otras maneras de hacer ciudad. Eso ya son aspectos por los que merece la pena participar en este proyecto, pero detrás de ellos hay algunos otros, menos evidentes:

  • Experimentación: Proyectos experimentales hay bastantes (aunque menos de los que debería). Aplicados al espacio público no hay tantos. Y que surjan desde un entorno institucional, dispuestos a correr riesgos y probar nuevas formas de hacer las cosas, menos todavía. Merece la pena vivir un proceso así, y apoyar su desarrollo.
  • Abrir camino: Cada una de las 9 intervenciones requerirá nuevas formas de gestión compartida. Ya desde su planteamiento el programa está provocando una auténtica “innovación burocrática” en las instituciones participantes, buscando nuevas formas de encajar el carácter experimental de cada acción con los procesos administrativos tradicionales. Cosas tan rodadas como los contratos, las responsabilidades o los pagos se están replanteando para Imagina Madrid. Y esto abre camino para una administración más abierta y más ágil.
  • Apuesta: La cantidad de pensamiento, energía y trabajo que se está invirtiendo para sacar adelante 9 proyectos, en 9 lugares diferentes, con tantos y tan variados agentes, es sencillamente enorme. Desde su planteamiento hasta su ejecución, este programa es una gran apuesta por que sí se puede hacer ciudad de otra manera, colaborando en lugar de compitiendo, incorporando en lugar de simplificar.
  • Cuidado y equilibrio: El proyecto busca un balance entre los distintos intereses, motivaciones y necesidades de los participantes, desde la iniciativa personal al trabajo profesional o la inversión empresarial. Para evitar meter a todos los agentes en un proceso desgastador y precarizante, se dota a cada proyecto de un presupuesto (limitado, pero razonable) y se invita a cada grupo a distribuirlo de la manera adecuada y enriquecerlo con nuevos recursos, creando un equilibrio adecuado a la propuesta y a los participantes.
  • Confianza y empoderamiento: Para que todo esto funcione, el equipo organizador está poniendo mucha confianza en cada proyecto, y dando mucha autonomía a cada uno de los grupos que se formen en cada una de las 9 ubicaciones. Por eso esta convocatoria busca perfiles profesionales experimentados y capaces de llevar adelante procesos colaborativos. Pocos procesos dan este grado de independencia y responsabilidad compartida.

Ya sea como vecinos/ciudadanos o como expertos/profesionales, no es habitual poder vivir un proyecto como este. Es una apuesta como pocas, planteada por un equipo serio que no ha dejado casi nada al azar, y lo ha dejado casi todo al trabajo y a la colaboración.

¿Quieres formar parte de esta experiencia? ¡Presenta una idea!

Nota extra: Hoy jueves 26 de octubre, a las 19:00h, Domenico di Siena organiza una sesión de #ThinkCommons para conocer mejor el programa. Participaremos también Juan López-Aranguren, director de Imagina Madrid, y Jorge Toledo, de Ecosistema Urbano. Podréis acceder directamente a la retransmisión en vivo aquí.

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Cuatro (y más) miradas al patrimonio desde la co-gestión

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Plaza pública en Projet Darwin, un complejo industrial rehabilitado – Fuente: Projet Darwin, © David Manaud

“La mejor manera de proteger el patrimonio es habitarlo”. Esta frase, escuchada durante la segunda jornada #CityFollowers en la Universidad Camilo José Cela el pasado 28 de marzo, sintetiza muy bien el enfoque de partida de un debate intenso sobre el patrimonio arquitectónico y urbano y su preservación.

La pronunciaba Paula Guillén, que acudía en calidad de vecina a hablar del Espacio Vecinal de Arganzuela (EVA), pero seguramente podría haber venido de cualquiera de los otros cuatro ponentes: Ángel Lomas también del EVA, Kike España de La Casa Invisible, Casilda Cabrerizo de Intermediae y Raphäel Besson de Villes Innovations.

Si hubiera que buscar un aspecto común en las intervenciones de los invitados y el público, sería esa noción de que el patrimonio cobra sentido cuando está lleno de vida, de actividad, y conectado con el contexto. También de que el cuidado y desarrollo del patrimonio está íntimamente relacionado con los usos que se le dan, o las actividades y personas que acoge. Como expresaban desde La Casa Invisible citando un proverbio, “nosotros hacemos la casa, y la casa nos hace a nosotros”.

Vecinos de Arganzuela, dando vida al Mercado de Legazpi

Vecinos de Arganzuela, dando vida al Mercado de Legazpi – Fuente: CC BY-NC-SA EVA Arganzuela

Los espacios patrimoniales, comentaba Raphäel Besson, pueden ser no sólo lugares a preservar sino también recursos vivos y actores del desarrollo local, siempre en evolución con su entorno. En su presentación compartía varios casos europeos, como Projet Darwin, donde esto se está intentando a través de la co-gestión y la innovación abierta,.

Preservar, matizaba Kike España, que no conservar. Lo primero nos invita a buscar nuevas posibilidades desde un respeto por las cosas (espacios, edificios…) que nos han conformado como sociedad. Lo segundo, en cambio, supone congelarlos y aislarlos en el tiempo y el espacio, bloqueando precisamente las dos nociones que definen el concepto de patrimonio.

¿Qué patrimonio?

Sin ánimo de entrar a definir aquí qué es el patrimonio, sí merece la pena repasar algunas de las acepciones que surgieron durante las jornadas.

Algunas de las acepciones habituales del término están en gran medida ligadas a la posesión y la acumulación de la propiedad, como explica su origen etimológico y bien recordaba Kike España. Pero los conceptos actuales de patrimonio cultural, histórico y/o arquitectónico, apuntaba una de las asistentes, tienen poco recorrido histórico. Antes la gente vivía “con el pasado incorporado en el presente y proyectado hacia el futuro”, sin hacer tanto esfuerzo consciente por distinguir o elegir los valores a mantener.

El patrimonio como bien común, y el espacio público como patrimonio. Paisaje Tetuán, Intermediae – Fuente: CC BY-NC-SA Intermediae

Como también apuntaba Casilda Cabrerizo, la definición de “valor patrimonial” se apoya en la diferenciación o elevación de algo sobre el resto, como una “reserva” selecta que da a entender, implícitamente, que todo lo demás es prescindible. Su propuesta desde Intermediae: dejar de aplicar el concepto solamente a lo excepcional, y extenderlo a todas esas otras construcciones o paisajes urbanos en los que sus habitantes reconozcan algún tipo de valor a mantener y cuidar. Buscar un concepto de patrimonio más amplio y cercano al de bien común.

Patrimonio, ¿para quién?

De lo anterior se desprende otro de los principales temas de debate: Se trata de preservar el patrimonio dándole vida, pero, ¿quién define qué es lo que se preserva y lo que no? ¿Quién está capacitado y autorizado para hacerlo? Si bien esto suele estar en manos de las instituciones (o de algunos técnicos dentro de ellas, como apuntaba Ángel Lomas), en la conversación se cuestionaba si tenía que ser siempre así. ¿Es lo mismo que el reconocimiento sea institucional, privado o comunitario? ¿Puede llamarse “bien común” a un bien cuyo valor ha sido definido por un solo agente? Varios de los ponentes coincidían en que no.

¿Es posible que esa puesta en valor del patrimonio provenga de una ciudadanía informada y conocedora de su entorno? Desde EVA proponen que sí, poniendo a trabajar a expertos y vecinos para mostrar que el Mercado de Legazpi tiene un alto nivel patrimonial pese a que el ayuntamiento le asigna un nivel de protección bajo. En La Casa Invisible, por su lado, llevan ya diez años demostrándolo con su detallada documentación del edificio que ocupan, y con el cuidado que muestran en su rehabilitación.

Planta de tipos de pavimento de La Casa Invisible

Capturas del proyecto básico de rehabilitación de La Casa Invisible

Capturas del proyecto básico de rehabilitación de La Casa Invisible, con un cuidado catálogo de elementos de valor patrimonial. Fuente: La Casa Invisible en Archive.org.

¿Puede el carácter patrimonial ser cuestionado? En este punto no podía dejar de salir a debate la Casa Guzmán de Alejandro de la Sota, derribada por el propietario pese a su gran valor arquitectónico. Si incluso el artículo 128.1 de la Constitución subordina toda la riqueza del país al interés general, ¿cómo puede el derecho a la propiedad privada imponerse a éste? La dificultad parece estar en definir qué es el interés general, quién lo define, y cómo se cuida. Kike proponía que el reto es precisamente contestar a esas preguntas en común, y no desde un solo ámbito o agente por representativo que éste sea. No es una cuestión, decía, puramente técnica, sino de democracia.

Legalidad y sostenibilidad

Tanto en La Invisible como en EVA se puede reconocer la lucha de los movimientos ciudadanos por equilibrar un proyecto creativo, horizontal y autogestionado con la estructuración y burocratización que la relación con las administraciones requiere.

Ángel y Paula se preguntaban si la administración, incluso en su afán (reciente, al menos en Madrid) de apoyar la existencia de espacios colectivos o ciudadanos, en realidad no está matando la capacidad innovadora, creativa y espontánea de esos espacios, al requerirles entrar en un proceso de regulación.

Una posible respuesta de las instituciones a esa inquietud se puede ver en cómo en Intermediae buscan formas de “dejar hacer” desde la institución. En muchos casos, según Casilda, haciendo gala de una auténtica “creatividad burocrática” para tratar de garantizar unos niveles aceptables de seguridad y responsabilidad, y buscar un modelo de gestión claro y coherente con cada iniciativa.

Y al reto de lo legal le sigue de cerca el de lo económico: ¿cómo garantizar la sostenibilidad de esos espacios patrimoniales reactivados? Lo habitual es que sea la administración o la inversión privada las que se ocupen de ello. Sin embargo, ¿puede la iniciativa privada financiar un bien patrimonial, entendido incluso como un bien común, sin depredarlo y corromperlo? Varios de los participantes expresaban serias dudas. En España, la financiación pública funcionaría como solución intermedia entre la agresividad del capital privado y las transformadora pero aún limitada economía de los movimientos sociales.

La iniciativa privada como motor de revitalización y fuente de sostenibilidad – Fuente: Projet Darwin, © David Sánchez

¿Y en el resto de Europa? Los proyectos explicados por Raphäel Besson en la jornada apuntan a modelos de co-gestión e innovación abierta en los que lo empresarial garantiza la sostenibilidad económica del proyecto y a la vez permite dar soporte económico a proyectos comunitarios. ¿Pueden casos como el Projet Darwin de Burdeos traer alguna esperanza en esa línea? Hasta cierto punto, quizás, y es una vía que merece ser explorada.

Público, privado, común

Hablar de modelos de gestión del patrimonio llevó a los asistentes, inevitablemente y desde el comienzo, a hablar de lo público, lo privado y lo común. Tres ámbitos que, como cuestionaba uno de los participantes, se viven en España como una confrontación, y que dieron para un debate tan intenso que alguien tuvo que sugerir que se dejaran de clasificar esas palabras “como buenas y malas” para centrar el debate en los modelos interesantes detrás de esas palabras.

Si, como apuntaba Miguel Ángel Díaz, incluso los “templos de la ciudadanía” de los que hablaba Jane Jacobs son en muchos casos espacios privados, ¿cómo negar la necesaria relación entre esos tres ámbitos a la hora de activar el patrimonio? ¿Y si hacer visible el conflicto entre ellos no fuera solamente inevitable, sino además necesario? ¿Y si, en ese contexto de confluencia de movimientos y agentes, tomáramos como natural y deseable mantener espacios de conflicto social?

Reunión en el Espacio Vecinal de Arganzuela – Fuente: CC BY-NC-SA EVA Arganzuela

Es ahí donde las tres iniciativas españolas que se presentaron en la jornada coincidieron en algo: no se trata de negar el modelo institucional o el privado-comercial de revitalización del patrimonio, sino de asegurarse de que haya lugar para otro tipo de enfoques, otras formas de hacer.  Una reivindicación que llamó la atención de Raphäel ya que, en su experiencia, en Europa el debate en torno al patrimonio parece más centrado en lo cultural, lo económico y las formas de gestión, que en la democracia, de derecho a la ciudad o los bienes comunes. ¿Síntoma de que la jornada estaba conectando con una vena transformadora?

A continuación os dejamos el vídeo íntegro de la sesión, porque merece la pena escuchar estas cuestiones, con todos sus matices, directamente de los asistentes:

Ver el vídeo completo de la segunda jornada #cityFollowers

Si te ha interesado el debate, te invitamos a participar en las próximas jornadas de debate #CityFollowers, el 27 de junio. Como siempre, la calidad del debate que se forme en torno a las ponencias dependerá de la diversidad de participantes. ¡Te esperamos!

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Boamistura lleva “poesía y mágica” a Vila Brasilândia, São Paulo | Luz Nas Vielas #2

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Con poesía y mágica Boamistura regresa con el proyecto “Luz Nas Vielas” a la favela Vila Brasilândia, ubicada en la periferia norte de São Paulo.

“Luz Nas Vielas”, es un proyecto emprendido en enero del 2012, que, como ya os presentamos en su momento,  plantea cinco obras repartidas por diferentes callejones conocidos como “vielas” y “becos”.

Según sus autores la estrategia de Luz Nas Vielas fue sencilla: simplificar la complejidad espacial de estos callejones mediante la técnica de la anamorfosis, para generar un único “lienzo” sobre el que escribir una serie de palabras que reflejaran el verdadero día a día de los vecinos: “amor”, “orgulho”, “beleza”, “firmeza” y “doçura”. Pintando de forma participativa paredes y suelo con un único color democratizador, unimos a todos los vecinos de la calle bajo un manto cromático, tejiendo nuevas relaciones entre personas.

Recientemente se han añadido dos nuevas palabras que extenden el radio de acción de la red inicial. “Poesía” y “Mágica“, violeta y verde, subrayan la belleza de la informalidad, el encanto del crecimiento urbano espontáneo, la intensidad de las relaciones entre los moradores, la sonrisa de los niños que juegan escaleras arriba y abajo.

Luz Nas Vielas es un proyecto que remarca el tejido urbano-social conectando a los vecinos con la identidad de la favela, utilizando técnicas visuales y recursos característicos del placemaking,  consiguiendo así la activación del lugar. La pintura saca partido de un efecto de anamorfosis que el colectivo Boamistura experimenta desde hace varios años con intervenciones muy conocidas como Mírate a través de este Poema de Agua o Llena la vida de color realizada en las seis cúpulas del Mercado de la Latina de Madrid por un total de 4800m2. La técnica del anamorfosis es particularmente exitosa en este tipo de intervención artística, ya que permite conectar aún más con la experiencia de uso del espacio público jugando con el punto de vista, el movimiento y el descubrimiento, e introduciendo esos elementos en la percepción cotidiana de cada callejón intervenido.

A continuación os compartimos las palabras del equipo sobre el proyecto:

Es en estas calles donde se percibe la verdadera vida de barrio. Es donde de verdad tiene sentido incluir a las personas, generar cambio. Este proyecto pretende ser un grito de color en un océano de ladrillo, en el que la vida está a flor de piel. Las periferias son lugares a los que a menudo se les da la espalda, y que únicamente conocemos por la injusta y continua infamia que propagan los medios de comunicación. Como artistas urbanos, debemos tratar de invertir ese proceso negativo, porque la favela no tiene por qué ser sinónimo de violencia, porque la vida en este lugar es más intensa y real, porque “no hay poesía más pura y sincera, que aquella que viene de la favela.

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Cityfollowers Talks: Jornadas de Innovación y Gestión Urbana #2

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El próximo martes 28 de marzo a las 18:30h tendrá lugar la segunda sesión-encuentro de las Jornadas de Innovación y Gestión Urbana como parte del ciclo #Cityfollowers Talks de la UCJC. continue reading

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LAB1 Bogotá: reactivando la ciudad desde el trabajo colaborativo y la creatividad

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Hace unas semanas, en el marco del Jurado del concurso BID URBAN LAB organizado por el Banco Inter Americano de Desarrollo, tuve la oportunidad de conocer a Leonardo Velasquez, miembro de uno de los equipos participantes y que resultaron finalistas en este interesante concurso, del que os informamos el pasado mes de junio.

Leonardo, durante su presentación, mostró el trabajo que desarrolla junto con otros estudiantes y creadores en la ciudad de Bogotá. El proyecto se llama LAB1 y hoy compartimos con vosotros algunas imágenes de esta interesante labor colaborativa así como una breve descripción de su actividad, facilitada por el propio Leonardo.

Podéis ver su página web y seguirles a través de Facebook e Instagram. ¡Esperamos que su actividad os resulte inspiradora! continue reading

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Cityfollowers Talks: Jornadas de Innovación y Gestión Urbana #1

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#Cityfollowers Talks: Jornadas de Innovación y Gestión Urbana #1 - innovación y espacios para hacer ciudad

El próximo martes 24 de enero a las 18:30h tendrá lugar la primera sesión-encuentro de las Jornadas de Innovación y Gestión Urbana como parte del ciclo Cityfollowers Talks de la UCJC.

¿Qué es #Cityfollowers?

La Escuela de Arquitectura y Tecnología de la UCJC está en pleno proceso de transformación, buscando un acercamiento holístico y complejo a la ciudad y preparándose para formar a los nuevos actores que son cada día más necesarios para su desarrollo. El concepto-etiqueta #Cityfollowers aglutina toda la reflexión y comunicación de la escuela en torno a esa búsqueda.

Así, en el contexto de la puesta en marcha de nuevas líneas formativas como el grado en Diseño y Gestión Urbana y el máster en Movilidad Urbana, Tecnología y Eco-Transporte, la UCJC pone en marcha unas jornadas formadas por cuatro foros de encuentro y debate, a través de los cuales busca acercarse a algunas de las temáticas más relevantes y a las personas interesadas en ellas.

Cityfollowers Talks: jornadas de innovación y gestión urbana

Estas jornadas buscan generar un debate local y en red sobre algunos de los ámbitos en los que la complejidad de la ciudad se hace especialmente visible: desde el impulso de la innovación a través de espacios de experimentación urbana hasta los “para qués” de la tecnología aplicada a la ciudad, pasando por la gestión de los procesos de renovación del patrimonio y los cambiantes modelos de movilidad.

#1 Innovación: espacios para hacer ciudad – 24 de enero

#2 Patrimonio: co-gestión y revitalización – 28 de marzo

#3 Movilidad: acceder, conectar y compartir – 30 de mayo

#4 Tecnología: smart… ¿qué? – 27 de junio

A través de estos foros de debate se busca también un contacto directo con profesionales, docentes, estudiantes y otras personas que desde distintos ámbitos están contribuyendo con su conocimiento y experiencia a ampliar la mirada sobre la ciudad. Buscamos establecer un diálogo cercano en el que la Universidad y su entorno puedan ir construyendo una red de colaboración y generando capacidades, nuevos agentes, enfoques y proyectos capaces de actuar en el cambiante entorno urbano.

#Cityfollowers Talks: Jornadas de Innovación y Gestión Urbana #1 - innovación y espacios para hacer ciudad

Jornada #1 – Innovación: espacios para hacer ciudad

El desarrollo urbano es un proceso de evolución continua, en el cual la búsqueda de la sostenibilidad, la revisión crítica y la innovación son claves. ¿Cómo podemos hacer que las capacidades y posibilidades del entorno institucional, el ámbito empresarial y el quehacer ciudadano funcionen juntas, aportando lo mejor de cada una?

La primera sesión busca acercarse a algunas experiencias que abordan la gestión continua del desarrollo urbano desde la colaboración entre diversos actores y la creación de experiencias transformadoras: urban centres, mesas de encuentro, laboratorios urbanos, oficinas de barrio, espacios de innovación ciudadana…

Este encuentro, como los siguientes, estará presentado por Miguel Ángel Díaz Camacho, actual director de la Escuela de Arquitectura y Tecnología de la UCJC, y moderado por Jorge Toledo, de Ecosistema Urbano.

Con el doble objetivo de tener una aproximación al tema a varias voces y empezar a crear una red en torno a la docencia, se ha invitado a personas que con su trabajo y reflexión se han aproximado de diferentes maneras a los “laboratorios urbanos” o a enfoques similares.

Experiencias desde Madrid:

Las Mesas de Citykitchen (Aurora Adalid, Zuloark)
Experimenta Distrito + Medialab (Marcos García y Lorena Ruiz, Medialab)
Marinalab (Mauro Gil-Fournier, de VIC y EstudioSIC)

Experiencias desde otras ciudades:

Open Urban Lab de Zaragoza (Ana Jiménez)
Civic Factory Fest de Valencia (varios, Civic Wise)
Laboratorio para la Ciudad de México (Gabriella Gómez-Mont)
Urban Center de Bolonia (Giovanni Ginocchini)

La primera parte del encuentro consistirá en una serie de breves presentaciones que nos permitirán situar cada una de estas iniciativas dentro (o fuera) del amplio y difuso campo semántico de los “labs urbanos”. La segunda parte estará dedicada enteramente al debate, en el que participarán también otros invitados, como Andrés Walliser, Juan Freire o Jorge Arévalo, que también llevan un tiempo reflexionando sobre el tema.

Día: Martes 24 de enero
Hora: 18:30 a 20:30h
Lugar: Campus Almagro UCJC, c/Almagro, 5, Madrid – ver mapa

Streaming en directo: www.periscope.tv/_city_followers

Hashtag: #cityfollowers
Twitter: @_city_followers
Instagram: @city_followers

Más información sobre la escuela:
918 153 131, ext 16370
arquitectura@ucjc.edu
arquitectura.ucjc.edu

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Espacios de coworking en red para la regeneración del territorio

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Desde la apertura de Citizen Space en 2006 en San Francisco, el número de espacios de coworking se duplica cada año. Un estudio de Deskwanted demuestra que Europa cuenta con más lugares de trabajo compartidos en el mundo, número que asciende, en 2013, a 1.160 de un total de 2.500. El fenómeno de los coworking spaces emergió en los movimientos de lo “libre” (open innovation, hacking, open source, open data, etc.) y en la cultura urbana y digital (Douheihi, 2011; Anderson, 2012). Cabe señalar que está relacionado con el aumento continuo del número de trabajadores autónomos. Entre 2006 y 2011, según el INSEE (Instituto nacional de estadística y de estudios económicos), aumentó un 26 % en Francia, lo que representaba, a finales de 2011, un 2,8 millones de personas.

1. El coworking en una red de espacios urbanos y rurales

Observamos un hecho notable en los últimos años : los espacios de coworking, inicialmente de carácter urbano, empiezan a desarrollarse también en los territorios periurbanos y rurales. Solamente en Francia y desde el 2012, observamos la creación exponencial de coworking rurales en las regiones del Perche, del Verdon, la Orne, el Alto Jura (Morez), la Ardèche meridional (Saint-Etienne de Boulogne), y en Aquitania, en Mont de Marsan, Hagetmau, Mimizan o Captieux. Colectivos como Coop Connect en la región PACA o La Coopérative des Tiers Lieux en Aquitania, intentan crear redes para conectar estos espacios y profesionalizarlos. Por su parte, Grand Genève (área metropolitana de Ginebra) trabaja en elaborar lo que sería la “primera red mallada de espacios de trabajo compartidos en el mundo”. Un estudio reciente de las consultorías Ocalia y Sofies prevé la creación, para 2025, de más de 200 nuevos espacios de co-trabajo en el territorio del Grand Genève, con 7.000 puestos de trabajo para 35.000 clientes potenciales.

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Este trabajo de entramado de espacios a escala de los territorios rurales y urbanos responde ante todo a una cuestión de sostenibilidad. Se trata de disminuir los desplazamientos domicilio-trabajo, a fin de reducir las emisiones de C02 y aumentar la calidad de vida de los autónomos y asalariados. El estudio sobre el Grand Genève ha demostrado que la creación de 200 espacios de coworking conllevaría reducir del 6% los desplazamientos en la población, o sea casi 12 millones de desplazamientos anuales.

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El programa europeo “Coworking Pyrénées”.

Esta apuesta por la sostenibilidad es también central en las preocupaciones de un gran proyecto transfronterizo, Coworking Pyrénées, que pretende poner en red espacios de coworking. Este programa europeo reúne cuatro socios franco-españoles : el SMALCT – Syndicat Mixte Arize-Lèze de Coopération Transfrontalière, La Coopérative des Tiers-Lieux y dos organismos de formación profesional españoles, el Centro de Formación Somorrostro y el Fondo Formación Euskadi. Debe permitir capitalizar y valorar los recursos y las competencias de más de 200 espacios de coworking pirenaicos, localizados en grandes áreas urbanas como Barcelona o Tolosa o en espacios rurales. Para ello, Coworking Pyrénées está sólidamente fundamentado en redes existentes como Cowocat Rural, Pandorahub, Xarxa d’Espais de Coworking del Camp o la Coopérative des Tiers Lieux.

Coworking Pyrénées (Cowopy) inició hace un año una serie de estudios y jornadas de intercambios. Abarcan diversos temas: la formación de los trabajadores, las puestas y condiciones del desarrollo de los coworking rurales, las perspectivas de intercambio entre universidades y espacios de coworking, y las oportunidades de cooperación transfronterizas. Más allá de la problemática medioambiental, la red Cowopy tiene una visión global del desarrollo territorial que radica en hipótesis ambiciosas. Se centran más en su capacidad de innovación y puesta en valor de sus “ventajas diferenciales” (Courlet et Pecqueur, 2013), que en la competitividad y la productividad de los territorios.

2. Recursos y ” ventajas diferenciales” de los territorios

El proyecto Cowopy defiende una visión dinámica de los territorios, que ya no son percibidos como un almacén de recursos estáticos. Se trata en realidad de revelar estos recursos latentes (Colletis y Pecqueur, 2005), sirviéndose del potencial de los espacios de coworking. Desde el punto de vista de los territorios rurales y periurbanos, los lugares de trabajo compartidos desempeñan un papel central a la hora de retener e incluso atraer talentos, trabajadores independientes, startups de sectores innovadores, así como teletrabajadores regulares, ocasionales o nómadas. En estos espacios, encuentran servicios mutualizados, conexiones de muy alta velocidad, redes y un conjunto de informaciones tácitas que resultan determinantes en el ejercicio de su actividad.

Por otra parte, estos espacios asumen una función clave de movilización de los recursos de los territorios. La organización periódica de acontecimientos como los co-lunchs, sesiones de presentación de proyectos, barcamps o talleres, permite a las fuerzas vivas del territorio encontrarse e intercambiar competencias, ideas y saberes. Un reciente estudio de la Cooperative des Tiers Lieux ha demostrado que se organizaron más de 1.000 eventos en terceros lugares1 de Aquitania desde el año 2010.

En cuanto al mantenimiento de esta efervescencia, necesita una “gobernanza creativa” (Cordobès y Ducret, 2010): una mirada sistémica sobre los recursos territoriales, la conexión entre actores de diversas disciplinas, y un interés continuo por la innovación.

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Taller de creatividad de la red Cowopy en Anglet (fuente: Jérome Bélon // PEPS-Images.com)

Por último, la articulación en redes permite a cada espacio identificar sus “ventajas diferenciales”. En tal contexto, se trata menos de posicionarse sobre determinado sector, que de permitir el acceso a una temática que especifica y sitúa la vocación del territorio. Una de las plusvalías esenciales de lugares de trabajo compartido radica en su capacidad de organizar lo multiescalar, la interterritorialidad, e hibridar los sectores de actividad de los territorios a fin de revelar sus especificidades. De esa manera, los espacios de coworking no diferencian entre economías productivas, culturales o residenciales, convirtiéndose así en herramientas muy interesantes en la constitución de “sistemas productivo-residenciales”, como los denominan los economistas Laurent Davezies y Magali Talandier.

3. La difusión y la hibridación de los conocimientos

El tercer campo investido por la red Cowopy se refiere a la formación, la difusión y la hibridación de los conocimientos. Recientemente se lanzó un programa piloto para crear una plataforma digital de formación a distancia de teletrabajadores y gerentes de coworkings. Una encuesta permitió la identificación de sus necesidades de formación, en cuanto a gestión de proyectos, mediación o comunicación (ver presentación).

Más allá de este proyecto, la red Cowopy se interesa por las oportunidades de colaboración entre los espacios de coworking y las universidades. El procedimiento consiste en apoyarse en la red de terceros lugares1 pirenaicos para asegurar una difusión del saber universitario en los espacios rurales y periurbanos, así como un mejor anclaje territorial de las universidades. Otro objetivo es la hibridación de los conocimientos teóricos con los conocimientos vivos y tácitos producidos en estos espacios (Besson, 2015); con vistas al desarrollo de nuevos modelos de aprendizaje colectivo y la inserción del saber universitario en las problemáticas socioeconómicas y territoriales (Llorente, 2012).

Taller de creatividad de la red Cowopy en Valls (España).

Taller de creatividad de la red Cowopy en Valls (España)

Desde este punto de vista, la red Cowopy ya puede apoyarse en experiencias significativas. Así ocurre, por ejemplo, con la creación de un espacio de coworking en la facultad de economía de la universidad de Barcelona. Este espacio ha permitido apoyar a una treintena de proyectos coproducidos por los estudiantes de la facultad. Estos proyectos pertenecen a ámbitos tan diversos como la gastronomía, el deporte, la impresión 3D, las aplicaciones móviles, los comercios de proximidad o las nuevas tecnologías aplicadas al aprendizaje de idiomas. El otro interés de este espacio de coworking reside en su relación en red con otros espacios de coworking nacionales e internacionales, que acogen a los estudiantes barceloneses. Défi Locacitées otro proyecto, desarrollado en un espacio de Tolosa, Le Multiple. Su objetivo es la promoción de la cultura colaborativa y multidisciplinaria entre los estudiantes de las universidades y escuelas de la región Midi-Pyrénées. Consiste en un ciclo de encuentros, talleres y experimentaciones en Tolosa.

Conclusión

La creación y el desarollo de redes de espacios de coworking a escala de territorios rurales, urbanos o transfronterizos abre nuevas perspectivas para las políticas de desarrollo territorial. Tales experiencias replantean la organización de los desplazamientos, de los servicios y la separación rígida y funcional de los lugares de trabajo. Proponen bases sólidas para pensar “sistemas productivo-residenciales”, basados en la valorización de las “ventajas diferenciales” y en los recursos locales. Estimulan a que se organicen la difusión y la hibridación de los conocimientos en los territorios, bien sean teóricos, codificados, tácitos, experimentales o procedentes de intercambios informales entre las redes de coworkers. Tales políticas de red de los espacios de coworking tienen incógnitas pendientes en relación con la evolución de las realidades del territorio; estas estrategias se basan en hipótesis, especialmente desde el punto de vista de su impacto socioeconómico y medioambiental, que todavía han de ser verificadas.

Notas

1. Nota de traducción: “Tercer lugar” es una traducción directa de “tiers-lieu” (en inglés, “third place“), término referido en general a entornos sociales diferentes de la vivienda (primer entorno) o la oficina (segundo entorno) y usado concretamente en Francia para referirse a nuevos espacios de trabajo como coworkings, fab labs, living labs o hackerspaces. No confundir con el “tercer entorno” de Javier Echeverría.

Bibliografía

Anderson, C. 2012. Makers: the new industrial revolution, New York : Crown Business.
Besson, R. 2015. « Espaces de coworking : nouveaux lieux d’apprentissage du capitalisme cognitif ? », Echosciences. http://www.echosciences-grenoble.fr/actualites/espaces-de-coworking-nouveaux-lieux-dapprentissage-du-capitalisme-cognitif
Colletis, G. et Pecqueur, B. 2005. « Révélation de ressources spécifiques et coordination située », Économie et Institutions, 1er et 2nd semestres, p. 51-74.
Cordobès S. et Ducret R., 2010, « Le “territoire créatif” : nouveau modèle ou utopie ? », in Conseil d’analyse économique, Créativité et innovation dans les territoires, La Documentation française, p. 327-351.
Courlet, C. et Pecqueur, B. 2013. L’économie territoriale, Grenoble : PUG.
Davezies, L. et Talandier, M. 2014. L’émergence des systèmes productivo-résidentiels. Territoires productifs – Territoires résidentiels : quelles interactions ?, La documentation française, Datar, coll. Travaux, n° 19.
Douheihi, M. 2011. Pour un humanisme numérique, Paris : Seuil.
Llorente, C. 2012. Coworking. Compartir para crecer, Omneom

Raphaël Besson

Experto en socio-economía urbana y doctor en urbanismo, Raphaël Besson es director de la Agencia “Villes Innovations” (Madrid, Grenoble). Villes Innovations es una agencia especializada en los temas de la ciudad innovadora y creativa, con un enfoque pluridisciplinar (investigación, consultoría estratégica, conferencias y enseñanza, centro de recursos). Asociado al laboratorio Pacte (Universidad de Grenoble), sus investigaciones se centran en el desarrollo económico de los territorios, los sistemas de innovación abierta y la cuestión de las ciudades innovadoras y creativas. En su trabajo de tesis, ha elaborado la noción de Sistemas Urbanos Cognitivos, a través del estudio de grandes proyectos urbanos localizados en Buenos Aires, Barcelona y Grenoble. Por supuesto, en sus investigaciones, Raphaël Besson es atento a la durabilidad de los modelos de desarrollo local.

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PDX Carpet y la gentrificación en Portland

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Hasta hace relativamente poco tiempo la gente en Portland, Oregón, se sentía como en casa nada más aterrizar en el aeropuerto. La culpa de esto la tenía la moqueta de aeropuerto más famosa de Estados Unidos. La PDX Carpet (PDX es el código del aeropuerto de Portland) era una moqueta de estilo ochentero con un diseño muy valorado por los hipsters que pueblan esta ciudad de la costa oeste americana. Muchos jóvenes, embelesados por su estilo vintage y su llamativo color verde, generaron un auténtico fenómeno en las redes sociales cuando, en el año 2013, las autoridades anunciaron la sustitución del diseño original por una nueva versión actualizada. En enero de 2015, la antigua moqueta fue sustituida por una nueva versión. Desde ese momento, y como consecuencia del fenómeno provocado en las redes sociales, se comercializaron numerosos productos con el diseño de la antigua moqueta, desde alfombrillas a camisetas estampadas.

Incondicional de la moqueta del aeropuerto de Portland con camiseta a juego. Fuente: The Guardian, Zachary Tyler George.

Incondicional de la moqueta del aeropuerto de Portland con camiseta a juego. Fuente: The Guardian, Zachary Tyler George.

Este fenómeno, que no tendría más interés que la simple curiosidad que lleva a plantearse las razones por las que una simple moqueta conduce a generar un movimiento de tales dimensiones, trasciende la mera curiosidad intelectual desde el momento en el que sigue leyendo

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¿Qué está pasando en el puerto de Valencia? Conoce el Civic Factory Fest

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Interior de la base del equipo de vela Alinghi - Foto: CivicWise

Interior de la nave que sirvió de base para el equipo de vela Alinghi, y que ahora se abre a la ciudad – Foto: Civic Factory Fest

Sobre los muelles del puerto de Valencia, en algunas de las naves que en su día ocuparon los barcos y equipos de la Copa América, está sucediendo algo tan interesante como difícil de explicar en pocas palabras.

¿Cómo imaginamos la Valencia de mañana? ¿ Y si fuéramos capaces de combinar la inteligencia, experiencia y habilidades de todos los actores de la ciudad para dar respuesta a los retos a los que se enfrenta nuestra ciudad? ¿Y si además fuéramos capaces de hacerlo conectando con colectivos, proyectos y expertos de la comunidad internacional?

Así, a través de preguntas, lo plantean sus organizadores: como la ocasión para reimaginar Valencia desde otros valores y otros modos de hacer ciudad, estableciendo una “fábrica” cultural local desde la que lanzar propuestas.

Y es una fiesta, porque la acción ocurre en el marco de un evento que, durante este mes, servirá para celebrar el empoderamiento ciudadano, la colaboración y la innovación urbana. El formato pop-up de “festival” permite experimentar ese tipo de espacios y dinámicas de forma temporal, tomando el pulso a una iniciativa que seguramente vuelva de nuevo con más fuerza, quizás para quedarse.

Y es una fábrica, porque la idea es reimaginar Valencia, pero reimaginarla haciendo, desde la intervención y la transformación directa y tangible de uno de sus espacios más grandes e infrautilizados: la Marina Real de Juan Carlos I. Una transformación espacial que convierte el lugar en un espacio de creación ciudadana y da soporte a la realización de las demás actividades.

Y es una iniciativa cívica, porque promueve el encuentro y la colaboración entre los diversos actores que contribuyen a hacer ciudad, buscando que estudiantes y profesionales, vecinos y visitantes internacionales, empleados públicos y empresarios puedan aportar algo a la ciudad, cada uno desde sus recursos, conocimientos, habilidades y experiencia.

Esquema general de espacios, actividades y temáticas - Fuente: CivicWise

Esquema general de espacios, actividades y temáticas – Fuente: Civic Factory Fest

El proyecto muestra lo amplio de su mirada desde el propio planteamiento. Por un lado propone la creación de diferentes tipos de espacios según las actividades: un taller para la producción, una escuela para el co-aprendizaje, una galería para la divulgación y un ágora para la reflexión. Y por otro, ocupando, desarrollando y activando esos espacios a través de la intervención de los propios participantes y la celebración de talleres, charlas y encuentros, apunta a la generación de reflexiones y propuestas en torno a seis temas clave de la ciudad: el desarrollo social, la formas emergentes de ciudadanía, la economía cívica, la cultura y la creatividad, la transición ecológica y la cultura de lo compartido.

A fecha de hoy las actividades, organizadas en cuatro fases, están ya a la mitad de su recorrido. El “lab” inicial, con actividades como el taller #PopUpFactory coordinado por Zuloark, Adrián Torres y Civic Factory, permitió intervenir en el espacio y prepararlo para las siguientes actividades. A continuación se desarrolló el “camp“, donde la comunidad empezó a instalarse en el espacio y reflexionar sobre sus posibles futuros a través del taller #caminaMarina, coordinado por Asociación Arquitectúria y CivicWise con la colaboración de EFGarquitectura y Carpevía . De ahí se abrirá más hacia el exterior con un foro de reflexión sobre la ciudad y se finalizará con una exposición que permita contar el propio proceso y sus resultados.

Calendario general del Civic Factory Fest: lab → camp → foro → expo. Imagen: Civic Wise

Calendario general del Civic Factory Fest: lab → camp → foro → expo. Fuente: Civic Factory Fest

Las imágenes del proceso hablan de la gran transformación cualitativa que está viviendo el lugar, a través de intervenciones ligeras de medios pero cargadas de intenciones y compromiso por el desarrollo urbano y humano.

Instalación realizada durante un taller con Zuloark, que prepara el ágora para realizar encuentros y charlas - Foto: CivicWise

Instalación realizada durante el taller #PopUpFactory, que preparó la nave para encuentros y charlas – Foto: Civic Factory Fest

Vista de uno de los nuevos espacios creados durante el taller - Fuente: CivicWise

Vista de uno de los nuevos espacios creados durante el taller – Fuente: Civic Factory Fest

Durante una de las actividades -Fuente: Civic Factory Fest

Durante una de las actividades – Fuente: Civic Factory Fest

Intervención en el espacio exterior que rodea la nave - Fuente: Civic Factory Fest

Intervención en el espacio exterior que rodea la nave, taller #CaminaMarina – Fuente: Civic Factory Fest

 

Y pese a todo lo hecho, aún queda mucho por delante. Si estáis por Valencia durante este mes o tenéis la posibilidad de acercaros, no perdáis la oportunidad de sumergiros en el proceso, aunque sea durante un par de horas. Podéis participar en cualquiera de las actividades o simplemente acercaros a trabajar un rato, como si de un espacio de coworking se tratara, y respirar el ambiente. Durante la próxima semana las actividades alcanzarán un nuevo pico de intensidad con la celebración del foro —talleres, charlas y debates— sobre activación productiva, espacio público, urbanismo y participación.

Programa del foro - Fuente: Civic Factory Fest

Programa del foro – Fuente: Civic Factory Fest

Detrás —y delante, debajo o alrededor— de este proyecto está CivicWise, una comunidad internacional de personas interesadas por el urbanismo colaborativo, el empoderamiento ciudadano y la innovación cívica, todos ellos aspectos estrechamente relacionados con el concepto de “diseño cívico“. CivicWise viene a ser como un enorme paraguas o una red en la que van condensando proyectos, y uno de ellos es el Civic Factory Fest, realizado con la colaboración de colectivos locales como Carpe Via, patrocinadores como la cerveza valenciana Turia e instituciones como La Marina de València o el Ayuntamiento de Valencia.

www.civicfactory.com

Puedes seguir las actividades de Civic Factory Fest en Facebook, Instagram y Twitter.

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Creatividad | Puesta en perspectiva histórica de las Ciudades Creativas

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Investigador en el Laboratorio PACTE (Grenoble) y Director de la agencia Villes Innovations (Madrid, Grenoble), Raphaël Besson propone una puesta en perspectiva histórica de las ciudades creativas.

INTRODUCCIÓN

Desde mediados de los años 1990, la ciudad creativa polariza los debates sobre los lugares de saber y de innovación. Ya sean Nueva York, Chicago, París, Londres, Barcelona o Berlín, queda claro : la ciudad del futuro será esencialmente innovadora. Este fenómeno no se limita a los países europeos y de Norteamérica ; es particularmente masivo en Asia (Shangaï, Beijing, Bangalore) y en el Cercano Oriente (Dubai Smart City, Masdar). En Latinoamérica, adquiere una paulatina importancia, tal como lo demuestra el constante desarrollo de los distritos tecnológicos, del audiovisual y del diseño de Buenos Aires.

Para analizar estos fenómenos urbanos emergentes, los investigadores han producido una multitud de conceptos: ciudades creativas, ciudades inteligentes, smart cities, ciudades del saber, sistemas urbanos cognitivos (Besson, 2014), etc. Think tanks, Fundaciones y gabinetes de expertos fueron creados para proponer sus propios modelos y clasificaciones de las ciudades innovadoras y creativas. Frente a estas problemáticas, las instituciones públicas no quedaron mudas. Ya son numerosas las políticas públicas aplicadas a escala mundial (red de las ciudades creativas de la UNESCO), europea o nacional, con el reciente desarrollo de la estrategia “French Tech“.

Frente al desarrollo exponencial de las teorías y de las políticas públicas sobre el tema de las ciudades creativas, parece inevitable tomar la distancia necesaria e interrogar la historia. A través del análisis de diversos “lugares de saber ” que marcaron la historia (Jacob, 2007), pretendemos comprender las especificidades de los espacios de saber y de innovación contemporáneos (ciudades creativas, smart cities y Terceros Lugares).

LOS ESPACIOS DE SABER Y DE INNOVACIÓN A TRAVÉS DE LA HISTORIA. LA PREGNANCIA DE LA UTOPÍA INSULAR.

Desde la Antigüedad, las sociedades conciben espacios dedicados al conocimiento y a la innovación. Las bibliotecas de Alejandría o de Roma funcionaban como auténticos laboratorios. Allí es donde los sabios disponían de los instrumentos, colecciones, escritos de la Antigüedad griega y latina, así como los jardines zoológicos o botánicos necesarios a su trabajo. Estas bibliotecas desempeñaban un papel fundamental en la ideología universalista y la búsqueda de potencia de los Imperios. Si concentraban saberes procedentes del mundo entero, operaban esencialmente en un marco cerrado, bajo el control de los poderosos. Según el historiador Christian Jacob, la biblioteca de Alejandría no era ” un lugar abierto a todos los letrados y sabios del mundo entero (…), reservada a la élite admitida en el entorno más cercano del rey ” (Jacob, 2007). Hallamos pues esta idea de creación de espacios de saber y de innovación en la Edad Media, con la construcción de los monasterios. Su diseño se inspira ampliamente en el pensamiento teológico y en la utopía insular, que inducen un aislamiento de los investigadores y de los sabios del mundo exterior. La Verdad Absoluta debe transmitirse en toda autonomía en el seno del monasterio.

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Abbaye Notre Dame de Sénanque.

A partir del siglo XII, esta filosofía insular inspira la construcción de las Universidades. Efectivamente, el conjunto de las primeras Universidades adoptó la figura arquetípica del claustro : entre ellas, cabe citar las de Bolonia (1088), Oxford (1167), Salamanca (1218), Valladolid (1260), París (Sorbonne, 1257), etc. En aquél entonces disponían de edificios independientes, alejados de la ciudad o inscritos en ella, pero aislados por muros perimetrales. Entre ellos, un ejemplo emblemático es el Palacio de la Sapiencia en Roma, cuya construcción fue iniciada por Giacomo della Porta, antes de ser modificada por el arquitecto Borromini en 1632. Este Palacio del Saber contaba en su patio central con un recinto cerrado al resto de la Ciudad.

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Universidad de La Sorbonne.

Desde el Renacimiento, el desarrollo de los gabinetes de estudios se inscribe en esta perspectiva insular. La descripción del studiolo del Renacimiento italiano (siglos XV-XVI) por el historiador Celenza, revela una práctica ascética del saber, ampliamente inspirada por el monaquismo cristiano. Según él, el studiolo representaba “un lugar de retiro, un centro de archivos privados donde refugiarse para leer y reflexionar con tranquilidad” (Celenza, 2007). En la dinastía de los Ming (siglos XVI-XVII), el gabinete de estudios estaba aislado de la ciudad, más próximo a la naturaleza, y ceñido por muros protectores, “contra el mundo exterior y vulgar ” (Schneider, 2007). Así pues, en un tratado redactado entre 1631 y 1634, el arquitecto Ji Cheng aconsejaba que los gabinetes de estudio, sean concebidos “sin demasiadas aperturas : limpieza y claridad consolidan el espíritu, mientras que una apertura al exterior demasiado grande cansa la vista

Encontramos este mismo modelo de retiro místico en el desarrollo de los primeros laboratorios, que no escapan a una visión sacralizada de la investigación. En la Venecia del Renacimiento, la entrada del laboratorio es sagrada. Así pues se dice que “nadie puede penetrar en los laboratorios de química de la Ciudad sin comprometerse a quedarse allí para siempre” (Schaffer, 1999). Según la etnóloga Sofía Houdart, en realidad los primeros laboratorios eran “espacios privativos y cerrados” (Houdart, 2007). En cuanto a los que se dedican al trabajo de laboratorio, a menudo asocian sus tareas a las de los santos de la Cristiandad y sus talleres a piadosos retiros de meditación; así pues acceder al conocimiento parece significar acceder a Dios. Luis Pasteur compara los laboratorios a “templos del futuro“. André Loir, su fiel asistente, insiste en el hecho de que “la entrada del laboratorio, herméticamente cerrada a todos aquellos que eran de fuera, resulta sagrada” (Schaffer, 1999). Frente a la presencia de otros lugares de saber como las bibliotecas, jardines, observatorios o museos, el modelo de los laboratorios se impuso realmente a finales del siglo XIX. El número de laboratorios de química, física o de electricidad crece entonces en Europa y Estados Unidos. A este desarrollo exponencial corresponde una transformación de los gabinetes privados en laboratorios modernos, más accesibles y abiertos a los ingenieros e industriales.

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Un laboratorio francés en el siglo XIX.

A mediados del siglo XX, nuevos espacios de saber vuelven al leitmotiv de la insularidad. Tal es el caso de los campus universitarios, que se crean en lugares aislados y alejados de la emulación de las áreas urbanas. Ya sea en Chicago (universidad de Illinois de Walter Netsh), Berlín (Freie Universität de Candilis-Sosic-Woods), Bagdad (universidad realizada por Walter Gropius), o en Toronto (universidad de Scarborough concebida por John Andrews), los arquitectos-urbanistas organizan la vida universitaria de manera autosuficiente, fuera de las ciudades. De tal manera que la arquitectura de los campus se cierra, y se vuelve impermeable al mundo exterior. Según André Sauvage, se instalan progresivamente los denominados “campus monofuncionales”, que se caracterizan por “un entorno despojado, destinado a aquellos para quienes la cultura, el conocimiento debe ganarse no sólo por esfuerzos constantes, sino también renunciando diariamente a la ciudad ” (Sauvage, 1994)

El otro modelo que emerge en los años 60 es el de polo tecnológico, con algunos ejemplos emblemáticos como el de la Silicon Valley, la ZIRST de Meylan (rebautizada Inovallée) o el parque Sophia-Antipolis de Niza. Los polos tecnológicos se presentan como una zona simbólicamente cerrada, localizada en un espacio periurbano y organizado alrededor de centros de investigación, universidades y de PYMES dedicadas a las altas tecnologías, con una proximidad espacial destinada a asegurar un mecanismo de “fertilización cruzada”, propicia a la innovación. Evocaremos el modelo de las Ciudades científicas, desarrolladas en la URSS durante la Guerra Fría, bajo la influencia de los polos tecnológico. Los naoukograds eran secretos, aislados y cerrados por barreras superables hasta ciertos puestos de control. Estaban dotados de todas las funciones urbanas (espacios residenciales, cines, escuelas, tiendas, jardines de infancia…), así como de los recursos intelectuales y científicos excepcionales (centros de investigación dotados de los equipos más modernos, fábricas experimentales, universidades, polígonos de ensayos). Cada ciudad estaba situada sobre un sector tecnológico clave : electrónica, construcción aeronáutica, nuclear o industria aeroespacial. La existencia de los naoukograds, que rivalizaba con los centros tecnológicos y occidentales más grandes, ha sido revelada a rusos y al mundo entero sólo a mediados de los años 90 (Lappo, Polian, 2007).

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Freie Universität, Berlin.

Esta breve historia de los espacios de saber destaca una diversidad de formas, lugares y representaciones de los entornos más estimulantes en cuanto al conocimiento y la innovación. Esta heterogeneidad permite revisar en primer lugar que los espacios de saber no siempre se confundieron con el territorio de las ciudades ; también fueron pensados y construidos aparte o fuera de ellas (monasterios, gabinetes chinos de estudios, campus, polos tecnológicos) ; o en ciudades ya constituidas, tomando entonces la forma de cercados herméticos al resto de la ciudad (bibliotecas de la Antigüedad, universidades, laboratorios de investigación). A menudo, el desarrollo de los espacios de saber se hizo de manera autónoma y separada de sus territorios de anclaje. Con la hipótesis siguiente: el acceso al conocimiento implica separarse y extraerse de los tormentos de la vida social y urbana, y protegerse del mundo exterior. Cabe especificar que esta insularidad implicaba a la misma vez “hacer venir el mundo hacia sí mismo” (Houdart, 2007). Aquí radica una de las puestas esenciales de los lugares de saber, que procuraron concentrar el número más grande de colecciones, de escritos y los instrumentos necesarios para la inspiración y las experimentaciones.

Otra conclusión es que tales espacios de saber, permanecen estrechamente tributarios de una concepción en la que los procesos de innovación y de conocimiento incumben a una élite de investigadores y de creativos. En la Antigüedad o en la Edad Media, ciencias e innovaciones son la expresión de los hombres de Iglesia, de los sabios y catedráticos. Los modelos de los laboratorios de investigación, polos tecnológicos, campus universitarios, y más recientemente de clusters o polos de competitividad generan las innovaciones en las Universidades, los centros de investigación o las empresas. Estos modelos evocan muy superficialmente a los actores informales de la innovación, como los artistas, los habitantes ordinarios y los usuarios de las innovaciones.

LAS TRANSFORMACIONES CONTEMPORÁNEAS DE LOS ESPACIOS QUE SE DEDICAN AL CONOCIMIENTO Y A LA INNOVACIÓN. SMART CITIES Y CIUDADES CREATIVAS

Esta concepción de la investigación y de la creatividad es, hoy día, puesta en tela de juicio. El contexto de mutación de las economías y la importancia creciente de la economía y de las externalidades sociales o urbanas en los procesos de creación de valor (Boutang, 2008) tiene como consecuencia la transformación de nuestras representaciones de los espacios dedicados al saber. Asistimos a la emergencia de lugares nuevos, cuya especialidad es la producción de una innovación abierta y centrada sobre los usuarios. Los autores evocan las nociones de sistemas urbanos cognitivos (Besson 2014), de Terceros Lugares, de Living Labs y también de Fab Labs. Ahora bien, estos “nuevos y extraños espacios híbridos” (Veltz, 2010), transforman de manera fuerte nuestras representaciones tradicionales de los espacios del saber y la innovación.

Los espacios contemporáneos del saber propenden en concentrarse en el centro de las ciudades. El territorio metropolitano con sus líneas de investigación, sus universidades, sus centros de producción, su densidad, su diversidad social y funcional y sus diferentes amenidades, produce una serie de externalidades positivas esenciales para los procesos de innovación. Estas externalidades urbanas explican, en parte, la paradoja geográfica de las actividades de la nueva economía. Éstas, en vez de franquearse de las coacciones espaciales, tienden a concentrarse en los espacios urbanos de unas decenas o cientos de hectáreas, en distritos tecnológicos, cyber distritos, smarts cities o en barrios de las ciencias y de la innovación.

Dentro de esos espacios, la producción de conocimientos nuevos se concibe menos en los “lugares de retiro o refugios protectores” (Perroux, 1967) que en los espacios abiertos que podrían estimular los encuentros informales entre actores heterogéneos (investigadores, empresarios, artistas pero también usuarios de innovaciones). Esta dinámica de apertura y esta implicación de los actores informales en los procesos de producción de conocimientos debería permitir un ensanchamiento del perímetro de las miradas para, in fine, generar innovaciones más potentes y originales. Los arquitectos-urbanistas en carga de la concepción de estos lugares duplican de ingeniosidad para organizar espacios suficientemente densos, mixtos, lúdicos y modulables y así crear un ambiente creativo listo para liberar el imaginario y la innovación ascendente. Se observa particularmente una tendencia de abandono de despacho individual en beneficio de una combinación de despachos en espacios abiertos, de lugares que facilitan el trabajo en equipo para realizar proyectos, salas de reuniones y espacios de diversión.

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Espacio de coworking, Hub Madrid.

La tercera característica de los espacios contemporáneos que se dedican al conocimiento es que se concibe menos en lugares solemnes que en los espacios informales que se dedican a la vida comunitaria. Los espacios que se dedican al conocimiento se organizaban en torno a espacios nobles como la Biblioteca Central, el Gran Anfiteatro o el laboratorio de investigación. Ahora bien, se opera un desplazamiento muy marcado hacia todo lo que corresponde a la vida social: las cafeterías, los espacios públicos, los lugares para la restauración o para el ocio aparecen como lugares estratégicos para pensar los procesos creativos. Según el arquitecto Christian de Portzampac, “la innovación no se puede realizar en laboratorios separados del mundo. Tiene que hacerse en los lugares intermedios (…) en lugares abiertos al público”. Así se van construyendo nuevas representaciones de lugares de conocimiento y de innovaciones como lugares de vida lúdicos y de convivencia. Evoquemos el ejemplo de la sede social de Google en California, el Googleplex, del que André Gorz nos dice: “uno puede hacer las compra, dejar a sus hijos a la guardería o la de la empresa, dejar a sus ancianos a personal especializado. Uno pude practicar diversos deportes, meditar, dormir la siesta, ir a la peluquería, al dentista, almorzar, esculpir, pintar, etc. Las relaciones entre los colaboradores son cordiales e igualitarias y se prolungan “fuera del trabajo” (Gorz, 2004).

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Life in the Googleplex.

Uno de las puestas de Googleplex es reducir las inhibiciones vinculadas a una estructura jerárquica de trabajo que favorece así los intercambios informales, la circulación de conocimientos tácitos y por fin las dinámicas de innovaciones. En el seno de Googleplex, ya no existe pérdida de tiempo: “la vida entera forma parte del trabajo, el trabajo es la vida entera” (Gorz, 2004). Esta supresión progresiva de las fronteras entre tiempo de trabajo y tiempo libre, debe garantizar una “movilización total” de los creadores de Google (Gorz, 2004) : su inteligencia, su creatividad o para decirlo de otra forma su “fuerza de invención” (Negri, 2008).

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Coworking Zonaspace, St. Petersburg Russie.

Otra especificidad de los espacios contemporáneos del saber está vinculada con el estatuto del conocimiento, que es pensado menos “por si mismo” que en una perspectiva de creación de valor económico. Evocaremos en particular las declaraciones del director del Centro de innovación de Grenoble MINATEC, Jean-Charles Guibert : “el fin de todas las actividades iniciadas en MINATEC es la innovación. El objetivo no es investigar para investigar, sinó ayudar a nuestros campeones industriales a desarrollarse, a crear empleos y a ser actores del desarrollo económico local, nacional e internacional” (Guibert, 2011).

La última especificidad de los lugares de conocimiento contemporáneos es que tienden a transformar sus espacios en verdaderos laboratorios de experimentación y de puesta en escena de nuevas tecnologías. Es cierto que la integración de las innovaciones en la fabricación de las ciudades es un fenómeno antiguo. La construcción de Alexandría en 331 a.C, fue según Christian Jacob, una “construcción sabia en la que la geometría, las técnicas, la racionalidad urbanística desplegaron dispositivos innovadores” (Jacob, 2007). La concepción urbana de los arquitectos de principios del siglo XX como Raymond Hood, Le Corbusier o Franck Loyd Wright, estaba impregnada de innovaciones tecnológicas: la finura de las torres ponían en escena los nuevos materiales de construcción como el acero, el hormigón armado, los nuevos modos de transporte rápidos se valorizaban con la presencia de ascensores, de trenes metropolitanos, de automobiles, de máquinas volantes etc. Si bien es verdad que los avances técnicos siempre interesaron el desarrollo de las urbes, los espacios de innovación contemporáneos como las smart cities o los barrios tecnológicos no se conforman con integrar las últimas innovaciones. Intentan también ponerlas a prueba, evaluarlas ante los usuarios y los habitantes ellos mismos. En Barcelona, por ejemplo, el proyecto 22@Urban Lab, pone el barrio de Poble Nou a disposición de las empresas innovadoras para someter a un test en situación efectiva la realización y los usos de tecnologías puntas en fase de pre comercialización. Estas tecnologías interesan a los sectores de los desplazamientos (vehículos eléctricos, sistemas de detección de plazas de aparcamiento) o del medioambiente (sensores que optimizan la colecta de los residuos o sistemas de regadío, farolas equipadas de sensores de presencia, etc.).

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Media Tic Building (22@Barcelona).

CONCLUSIÓN

Desde los años 60, sociólogos, economistas e historiadores establecen un vínculo fuerte entre ciudades, conocimientos e innovaciones. Segun Le Goff, las ciudades desempeñaron históricamente un papel “de agente de civilización” (Le Goff, 1977), Jean Rémy compara las ciudades con “incubadoras de productos nuevos ” (Remy, 1966) ; en cuanto a Jane Jacobs, considera la diversidad social de las ciudades como principal fuente de innovación (Jacobs, 1969). El economista François Perroux piensa la ciudad como “una fábrica de ideas nuevas (…) el lugar de contactos frecuentes y densos, entre los espíritus inquietos que dibujan mundos nuevos sin parar” (Perroux, 1967).

Así pues este análisis del substrato urbano como espacio del saber y de la innovación no es nuevo. Nunca ha sido tan actual como estos últimos años, asociado al desarrollo de las estrategias de las ciudades creativas y smart cities. Los distritos tecnológicos, los Terceros Lugares, los barrios creativos así como la innovación, cuestionan los siglos de interpretación de los espacios de saber como los lugares aislados, cerrados y alejados del bullicio de la vida social. El conocimiento del mundo así como la creatividad solo parecían poder producirse por un aislamiento y un repliegue sobre sí, a la imagen de “Démosthène” “que se encerraba en un lugar de donde no pudo ni oír ni mirar, por temor a que sus ojos lo fuercen a pensar en otra cosa ” (Houdart, 2007).
Frente a siglos de historia de lugares protectores de saber del resto del mundo, parece legítimo interrogar la tendencia actual a sobre estimular los contactos, la apertura, las colaboraciones y los intercambios continuos de informaciones entre los trabajadores cognitivos. ¿ Los Terceros Lugares, smart cities así como “la intensificación de la estimulación nerviosa” que estos espacios inducen, realmente son los lugares más en condiciones de suscitar el conocimiento y la innovación? ¿ El desarrollo de la investigación y de la creatividad no necesitaría también lugares de retiro, y “refugios para los creadores científicos, técnicos y estéticos” (Perroux, 1967) ? De manera extraña las bibliotecas son ausentes de las reflexiones sobre la economía y la sociedad del conocimiento ; ¿ no serían, finalmente, los últimos “refugios protectores” para la investigación, y por consiguiente, lugares de saber que deben ser preservados de cualquier veleidad de transformarles en “labs” u otras “bibliotecas numéricas 2.0” ?

 

Bibliografía

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Raphaël Besson

Experto en socio-economía urbana y doctor en urbanismo, Raphaël Besson es director de la Agencia “Villes Innovations” (Madrid, Grenoble). Villes Innovations es una agencia especializada en los temas de la ciudad innovadora y creativa, con un enfoque pluridisciplinario (investigación, consultoría estratégica, conferencias y enseñanza, centro de recursos). Asociado al laboratorio Pacte (Universidad de Grenoble), sus investigaciones se centran en el desarrollo económico de los territorios, los sistemas de innovación abierta y la cuestión de las ciudades innovadoras y creativas. En su trabajo de tesis, ha elaborado la noción de Sistemas Urbanos Cognitivos, a través del estudio de grandes proyectos urbanos localizados en Buenos Aires, Barcelona y Grenoble. Por supuesto, en sus investigaciones, Raphaël Besson es atento a la durabilidad de los modelos de desarrollo local.