Sobre los muelles del puerto de Valencia, en algunas de las naves que en su día ocuparon los barcos y equipos de la Copa América, está sucediendo algo tan interesante como difícil de explicar en pocas palabras.
¿Cómo imaginamos la Valencia de mañana? ¿ Y si fuéramos capaces de combinar la inteligencia, experiencia y habilidades de todos los actores de la ciudad para dar respuesta a los retos a los que se enfrenta nuestra ciudad? ¿Y si además fuéramos capaces de hacerlo conectando con colectivos, proyectos y expertos de la comunidad internacional?
Así, a través de preguntas, lo plantean sus organizadores: como la ocasión para reimaginar Valencia desde otros valores y otros modos de hacer ciudad, estableciendo una “fábrica” cultural local desde la que lanzar propuestas.
Y es una fiesta, porque la acción ocurre en el marco de un evento que, durante este mes, servirá para celebrar el empoderamiento ciudadano, la colaboración y la innovación urbana. El formato pop-up de “festival” permite experimentar ese tipo de espacios y dinámicas de forma temporal, tomando el pulso a una iniciativa que seguramente vuelva de nuevo con más fuerza, quizás para quedarse.
Y es una fábrica, porque la idea es reimaginar Valencia, pero reimaginarla haciendo, desde la intervención y la transformación directa y tangible de uno de sus espacios más grandes e infrautilizados: la Marina Real de Juan Carlos I. Una transformación espacial que convierte el lugar en un espacio de creación ciudadana y da soporte a la realización de las demás actividades.
Y es una iniciativa cívica, porque promueve el encuentro y la colaboración entre los diversos actores que contribuyen a hacer ciudad, buscando que estudiantes y profesionales, vecinos y visitantes internacionales, empleados públicos y empresarios puedan aportar algo a la ciudad, cada uno desde sus recursos, conocimientos, habilidades y experiencia.
El proyecto muestra lo amplio de su mirada desde el propio planteamiento. Por un lado propone la creación de diferentes tipos de espacios según las actividades: un taller para la producción, una escuela para el co-aprendizaje, una galería para la divulgación y un ágora para la reflexión. Y por otro, ocupando, desarrollando y activando esos espacios a través de la intervención de los propios participantes y la celebración de talleres, charlas y encuentros, apunta a la generación de reflexiones y propuestas en torno a seis temas clave de la ciudad: el desarrollo social, la formas emergentes de ciudadanía, la economía cívica, la cultura y la creatividad, la transición ecológica y la cultura de lo compartido.
A fecha de hoy las actividades, organizadas en cuatro fases, están ya a la mitad de su recorrido. El “lab” inicial, con actividades como el taller #PopUpFactory coordinado por Zuloark, Adrián Torres y Civic Factory, permitió intervenir en el espacio y prepararlo para las siguientes actividades. A continuación se desarrolló el “camp“, donde la comunidad empezó a instalarse en el espacio y reflexionar sobre sus posibles futuros a través del taller #caminaMarina, coordinado por Asociación Arquitectúria y CivicWise con la colaboración de EFGarquitectura y Carpevía . De ahí se abrirá más hacia el exterior con un foro de reflexión sobre la ciudad y se finalizará con una exposición que permita contar el propio proceso y sus resultados.
Las imágenes del proceso hablan de la gran transformación cualitativa que está viviendo el lugar, a través de intervenciones ligeras de medios pero cargadas de intenciones y compromiso por el desarrollo urbano y humano.
Y pese a todo lo hecho, aún queda mucho por delante. Si estáis por Valencia durante este mes o tenéis la posibilidad de acercaros, no perdáis la oportunidad de sumergiros en el proceso, aunque sea durante un par de horas. Podéis participar en cualquiera de las actividades o simplemente acercaros a trabajar un rato, como si de un espacio de coworking se tratara, y respirar el ambiente. Durante la próxima semana las actividades alcanzarán un nuevo pico de intensidad con la celebración del foro —talleres, charlas y debates— sobre activación productiva, espacio público, urbanismo y participación.
Detrás —y delante, debajo o alrededor— de este proyecto está CivicWise, una comunidad internacional de personas interesadas por el urbanismo colaborativo, el empoderamiento ciudadano y la innovación cívica, todos ellos aspectos estrechamente relacionados con el concepto de “diseño cívico“. CivicWise viene a ser como un enorme paraguas o una red en la que van condensando proyectos, y uno de ellos es el Civic Factory Fest, realizado con la colaboración de colectivos locales como Carpe Via, patrocinadores como la cerveza valenciana Turia e instituciones como La Marina de València o el Ayuntamiento de Valencia.
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