El BID UrbanLab es un concurso universitario organizado por el Programa de Ciudades Emergentes y Sostenibles del BID con el fin de buscar soluciones creativas e innovadoras a problemas urbanos de la mano de estudiantes y jóvenes profesionales de América Latina y el Caribe.
En 2015, la primera edición del concurso contó con la participación de 176 propuestas provenientes de 65 universidades de toda la región para transformar un perímetro del barrio de Curundú, ubicado en la Ciudad de Panamá. El equipo ganador tuvo la oportunidad de trabajar en la implementación de su proyecto, el cual fue incorporado en el Plan de Acción de esta ciudad.
Este año, la segunda edición del concurso busca un proyecto urbanístico y social de carácter integral, transformador, multisectorial, innovador y sostenible para mejorar vidas en la ciudad de Santa Marta. Para ello, el BID se ha aliado con la Alcaldía de Santa Marta, Findeter y la Fundación ‘Tras la Perla de la América”, a fin de lograr una importante convocatoria de ideas para transformar esta ciudad colombiana.
Santa Marta es la capital del Departamento del Magdalena, ciudad elevada a la categoría de Distrito Turístico, Cultural e Histórico en 1989 y actualmente uno de los principales puertos marítimos y destinos turísticos del caribe colombiano. La ciudad basa su economía en la actividad portuaria, exportando banano (fruta cultivada en la región), café proveniente del interior del país y el carbón (mineral explotado en las minas del Departamento del Cesar), así como la actividad turística a partir de sus playas, el invaluable patrimonio del Parque Nacional Natural Tayrona y la zona arqueológica de Ciudad Perdida en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Famosa por ser una de las ciudades más antiguas de Sudamérica, la última morada del Libertador Simón Bolívar, la cuna del cantante Carlos Vives y del legendario futbolista “Pibe” Valderrama, Santa Marta es una ciudad con un encanto de perla. Al norte, se encuentra uno de los barrios más famosos de Colombia: el barrio Pescaíto, reconocido por sus historias alrededor del fútbol, el ferrocarril, el puerto y el negocio del banano.
El barrio Pescaíto—también conocido como barrio norte—limita con el cerro, el puerto y el centro histórico de la ciudad, y está conformado por cuatro sectores: Pescaíto, Barrio Norte, Olaya Herrera y Ensenada Olaya Herrera. En su perímetro inmediato se encuentran los barrios San Martín y Villa Tabla, dos zonas informales vinculadas a “Pescaíto”. Su nombre se debe a las mujeres vendedoras de pescado provenientes de Taganga, antiguo asentamiento indígena, que cruzaban el cerro y ubicaban su lugar de venta en la zona. Se dice que cuando ellas llegaban los compradores decían: “Ya llegó el pescaíto” o “Vamos pa’l pescaíto”. Otra versión popular afirma que su nombre obedece a la temporal desecación natural de una salina de la zona que dejaba pequeños peces muertos.
La historia del barrio está vinculada a la fuerte inmigración de personas atraídas por la oferta laboral que proporcionaba el ferrocarril, el puerto y las actividades entorno al negocio bananero en las fincas. Llegaron personas provenientes de algunas poblaciones del Magdalena, La Guajira, Atlántico, de las Sabanas de Bolívar y otros lugares de Colombia; además de extranjeros de algunas islas del Caribe y Europa. Ya en el siglo XX, su etapa de desarrollo comenzó a configurar el perfil urbano que conocemos hoy.
Actualmente, el barrio Pescaíto presenta importantes retos urbanos, sociales y ambientales debido a un desarrollo que dividió parte de sus sectores y lo desvinculó de su entorno inmediato: el mar y el centro histórico. Esta situación—sumada a un profundo problema ambiental de inundaciones y alcantarillado, por estar en la cota más baja de la ciudad—así como a problemas sociales relacionados a la violencia, la indigencia o la distribución de drogas, han hecho necesaria la búsqueda de soluciones que rescaten el legado histórico y el potencial de Pescaíto para Santa Marta.
Con este objetivo, el concurso BID UrbanLab plantea a los equipos participantes desarrollar una solución integral, desde una perspectiva urbana y social, para un polígono que involucra los 3 principales puntos de contacto del barrio con su entorno: la vía alterna al puerto, el sector conocido como “El Boro” y la zona hacia el centro de la ciudad, buscando fortalecer la integración social de sus sectores, mejorar su relación urbana con el puerto y potenciar su conexión con el centro histórico. El área de intervención del concurso incluye aproximadamente 21 manzanas.
Para afrontar este desafío, el concurso BID UrbanLab convoca a estudiantes y jóvenes profesionales latinoamericanos a proponer ideas transformadoras, con miras de servir como incubadora del talento joven en temas urbanos, cerrar la brecha entre los jóvenes y el mercado laboral, y promover un espacio participativo e inclusivo en la región. Si estás en los últimos dos años de tu carrera universitaria, en estudios de postgrado o eres un joven profesional, tienes la extraordinaria oportunidad de conformar tu equipo y ser protagonista de este reto para mejorar vidas.
¿Quieres participar? Para mayor información consulta aquí las bases del concurso y envía tu propuesta antes del 01 de agosto de 2016.
Post publicado originalmente en el blog del Banco Interamericano de Desarrollo.