Fijándose como objetivo la reducción de más del 40% de la intensidad energética de su PIB en 2020, con respeto a 2005, China ve más allá que Copenhague. Tiene todos los elementos para crear, y exportar, un modelo económico original.
En 1973, después de la Gran Marcha (un viaje de más de 12.000 kilómetros para escapar a los nacionalistas), Mao Zedong decía “la situación nunca fue tan buena”. Porque había encontrada una estrategia que le daría las llaves de Pekín.