Cambio de paradigma. Se ha hablado y mucho sobre el fenómeno de la Web 2.0 y de sus consecuencias culturales y sociales. No creo que exagere al afirmar que ha sido uno de los grandes hitos de nuestra historia reciente y que sus consecuencias a todos los niveles (social, cultural, psicológico, etc.) han sido, están siendo y serán decisivos.
En un mundo como el actual en el que se fomenta el ultra-individualismo, la web 2.0 ha resultado ser a la vez un revulsivo y un incentivo de esta tendencia. Ha supuesto un nuevo espacio de expresión de lo personal (sobredimensionado, si se quiere) pero también un lugar de encuentro que ha fomentado la capacidad de catalización social democratizada, donde todos -al menos los que poseen una conexión a internet y un ordenador, móvil o dispositivo similar que permita transmitir información- tienen su oportunidad de expresarse y de interactuar. Si bien es cierta la tan criticada banalidad o superficialidad de este nuevo tipo de relaciones no es menos cierto que también ha generado movimientos de calado profundo tanto personal como colectivamente. continue reading