Este verano hemos tenido la suerte de disfrutar de una playa en Madrid, por fin, algo que llevamos años reclamando (unos más que otros). Me he acercado con el bañador y la pala para intentar disfrutar de ella pero me he encontrado con una cola tremenda y dos porteros de discoteca que hacían de filtro, para que solo unos muy pocos puedan disfrutar cuando unos muchos miraban con celos. Me he tenido que volver a casa sin haber podido pisar la arena… continue reading