La playa de la bola lleva desde finales de octubre haciendo más placentera el disfrute del espacio público de los vecinos de embajadores. No solo se ha quedado en condiciones aceptables, si no que ha mejorado muchísimo. Se ha completado el juego de sillas, se ha llevado mesas y sofás y desde luego esta limpia de basura, lo que en Madrid creo que se puede considerar el mayor de los logros.

La actividad desarrollada en el solar abierto ha demostrado que se puede intervenir en espacios residuales sin entrar en conflictos con nadie, confiando en la capacidad de los usuarios para aprovechar la oportunidad que se les ha dado. Se ha convertido en una estancia agradable y en un espacio de encuentro local.

Parece que esta semana vamos a tener que desplazar la bola, ya que la propiedad ha reiniciado sus planes de edificar en la parcela que le pertenece. En este caso cogemos nuestras cosas y nos desplazamos hacia otro espacio residual, ya que este se va a convertir en “algo”. Os mantendremos estos días al corriente de las noticias al respeto.