Me pregunto el por qué de tanto mimbre, bambú, cubiertas vegetales, ventiladores cenitales y demás tótems de la Iglesia Ecologista , porque ir a China con mimbres, bambúes y cubiertas vegetales, es como ir con bacalao a Islandia. ¿Habrá que enseñarles a los chinos a usar (y a abusar) del bambú y del mimbre, en la construcción y en tantas otras cosas? ¡Ah!, ¡Que ahora usan y abusan de hormigón, acero y cristal y se les quiere hacer ver que deben volver al uso tradicional de materiales ecosostenibles?. .. Miren Vds., justo ahora, con cinco millones de parados en España y con un demente, cada vez más empecinado en sus desvaríos, al frente del Gobierno, lo del bambú, las cubiertas vegetales etc. etc. y el gasto inútil (salvo para los amigos de los políticos a los que se les han adjudicado los proyectos) que suponen soliviantan a cualquiera con un mínimo de decencia.
Y como lo valiente no quita lo cortés, he de reconocer que la ocurrencia de realizar el pabellón de España en la Expo 2010, cubierto todo él con grandes harapos de vieja y deshilachada arpillera, es una idea brillante, porque representa cabalmente el estado de pobreza moral, miseria política y menesterosidad económica en que se encuentra España.
Respecto a la casa cubierta con bambú, tiene una estética de cestería china, pero detrás de la cortina vegetal, la luz y sombra a rayas que se proyecta sobre la galería, puede resultar irritante o desagradable (ver foto).
¿Y qué decir del llamado Árbol de Aire? mira que es feo, feo, el cilindro ese! ¿Y lo del ventilador que ocupa entera la parte superior del cilindro y va bajando sobre las cabezas de los incautos curiosos o despistados que se hayan atrevido a entrar en el engendro?… Si el ventilador de marras bajara demasiado, (un descuido del que aprieta el botón, por ejemplo), haría sangriento mondongo de los visitantes del pabellón… Recuerdo una vieja y racista película de un malvado chino, el doctor Fu-Man-Chu, que ataba a sus víctimas, de raza blanca todas, y las dejaba inermes ante una sierra circular que avanzaba inexorablemente para hacerles un fino loncheado… Por cierto, cuando acabe la Expo podrían vender el ingenio a los chinos para hacer morcillas. Como son tantos, precisan de enormes máquinas de chacinería para atender la inmensa demanda.