Los buenos servicios urbanos son más importantes que los eventos públicos
En la antigua Roma, las masas se mantenían calmadas gracias al pan gratis y el atroz espectáculo del Coliseo. Ahora son el Comité Olímpico Internacional (COI) y la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) quienes juegan este papel.
Sin embargo, mientras Erdogan parece haber perdido toda popularidad con la decisión de arrasar el parque Gezi con otro centro comercial, los eventos en Brasil muestran que los servicios urbanos son en realidad más valorados que los espectáculos.
El urbanismo al frente
En ambos casos, la cuestión de la planificación urbana ha saltado al frente, quedando en primera línea de debate. Estambul es una de las ciudades de mayor crecimiento del mundo, con una población de más de 20 millones de habitantes. Sin embargo, tiene pocos espacios abiertos, e incluso éstos están en peligro por el modelo de desarrollo del sector privado. Las manifestaciones comenzaron a raíz de la propuesta para sustituir el parque Gezi por un centro comercial.
En Brasil, el detonador aparente de las manifestaciones fue un aumento en los precios del autobús, pero muchas otras frustraciones subyacentes se han puesto rápidamente de manifiesto. Un estadio de fútbol en la ciudad capital de Brasilia tendrá un costo de 700 millones de dólares a pesar de que la ciudad no tiene un club de fútbol que pueda utilizar el estadio después de la copa. El gasto total en la Copa del Mundo se estima en cuatro veces mayor que para el Mundial de Sudáfrica a pesar de que Brasil es una famosa nación futbolística con muchos estadios existentes. La FIFA fue duramente criticada en Sudáfrica por su parasitismo – según los informes, hicieron más de 2 mil millones de dólares, disfrutando de beneficios como la exención de impuestos, mientras que Sudáfrica asumió todas las cuentas.
Irónicamente, en Brasil la Copa del Mundo es aún más odiada que los Juegos Olímpicos porque afecta a más ciudades. Se están construyendo o renovado estadios en muchas ciudades por todo el país. Mientras que los ciudadanos de Londres fueron engañados en gran medida con la promesa de la herencia que quedaría para la ciudad -en la que una de las pocas grandes áreas de desarrollo que quedan está siendo transformada con fondos públicos en vivienda de lujo con masivas infraestructuras de transporte- en Brasil la realidad es más evidente para el ciudadano. A pesar de una década de impresionante crecimiento, el ciudadano común se sostiene con servicios públicos “de tercera” en lo referente a la salud, la educación y el transporte. Muchos grandes proyectos resultan en la demolición de las favelas y el traslado de sus habitantes a lugares periféricos. No se hace nada por los niños de la calle y hay rumores que apuntan a que serían quitados de en medio, trasladados en autobuses fuera de las ciudades, tanto para el fútbol y como para los Juegos Olímpicos.
La crisis en Brasil refleja un problema creciente en el grupo de países conocido como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Su gobierno no ha podido seguir el ritmo de sus economías. La urbanización ha sido rápida, pero ha producido entornos de vida precarios. Un crecimiento de dos dígitos en China se ha desacelerado hasta el 7,5%, con la amenaza subyacente de una crisis bancaria y la corrupción rampante. El crecimiento de la India se está estancando, mientras aumentan igualmente los escándalos de corrupción. Brasil tiene dos millones de manifestantes, lo que es posible que interfiera con los grandes eventos previstos en 2014 y 2016. Mientras tanto, Sudáfrica cojea con una economía de bajo rendimiento y un gobierno que volvió sus armas contra los mineros en huelga mientras los medios de comunicación esperaban, pendientes de la salud de Mandela.
Protesta y ciudad
Es un hecho reconocido que las ciudades son el escenario por excelencia para las manifestaciones. Desde Peterloo y la Paris Commune, lo más temido por los gobernantes corruptos han sido las ciudades. Haussmann remodeló París para que los ciudadanos pudieran quedar contenidos en los barrios por los cañones apuntando por las avenidas y bulevares. Trafalgar Square en Londres, fue rediseñado para permitir un pequeño número de tropas para contener las manifestaciones contra el empinado muro trasero (ahora convertido en una zona peatonal frente a la National Gallery).
Lo que une a los levantamientos en Turquía y Brasil es que los ciudadanos están denunciando grandes proyectos que aparecen en beneficio del sector privado, y haciendo un llamamiento a su derecho a la ciudad. Cualquiera que sea el resultado, el COI y la FIFA se van a pensar dos veces a dónde ir en el futuro.
Frente a la rápida expansión de las ciudades, los habitantes de las ciudades en los “BRICS” están expresando su voluntad de tener una voz en la planificación urbana y los servicios públicos.
Gestionar la participación de los interesados en los procesos de planificación urbana es hoy un gran desafío para las ciudades europeas, un reto abordado en URBACT través del intercambio de conocimiento, metodologías y herramientas entre las ciudades y a través de la experiencia de los Grupos de Apoyo Local. En esta línea, los informes temáticos URBACT publicados recientemente presentan estudios de caso y proponen conclusiones que se pueden aplicar a las prácticas urbanísticas en diferentes lugares.
Traducido de un artículo de opinión de Peter Ramsden, experto de URBACT.
[…] + info en Ecosistema Urbano […]
Grandes cambios requieren grandes protestas
Creo que si no hay grandes cambios un país nunca podrá salir adelante y para llegar a realizar los cambios creo que es necesario hacer muy grandes protestas.