Una flota de alrededor de 60 bicis mensajeras patrullan París al servicio de La Petite Reine, una original empresa de mensajería que realiza entregas de pequeño y mediano porte dentro de un área urbana de 30 km.
Con sólo 80 kg de peso propio, la furgo-bici ayudada por un motor eléctrico, puede transportar hasta un máximo de unos 180 kilogramos de mercancía en sus 1.400 litros de espacio de carga. Las entregas son más rápidas y de un 10 a un 20 % más baratas que con la tradicional furgoneta, que además no tiene la misma facilidad de acceso a determinadas zonas. Un sistema ligero, silencioso, eficaz y menos contaminante.
A lo mejor con algo así, las calles peatonales podrían serlo de verdad…