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No tiene desperdicio

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Hace tiempo me topé con un artículo que acabé recortando y creía necesario mostraros. Me parece una auténtica lástima tener la oportunidad y el espacio para comunicar algo a la gente, y escribir esto. Dejo las opiniones a los demás.

La diligencia
Julia Navarro

Me parece que todos los esfuerzos son pocos a la hora de concienciar, y concienciarnos, de la necesidad de cuidar el planeta. De manera que soy partidaria de que, cuanto antes mejor, se fabriquen coches que no contaminen. En realidad están inventados, aunque los gobiernos no han decidido prescindir del petróleo. Pero me parece demagógica la manía de algunos alcaldes (pongamos que hablo de Madrid) por peatonalizar las calles con la excusa de que crear espacios para los ciudadanos y de paso rebajar la contaminación. Conozco a personas que viven en calles peatonales y se quejan de sus inconvenientes. Sí, inconvenientes. Vivimos en el siglo XXI y hemos montado una sociedad en la que el coche es necesario, pero esos alcaldes no atienden las necesidades de sus conciudadanos.

Zonas peatonales

En cualquier ciudad viven ancianos, niños, personas enfermas… Así que si una anciana quiere ir en taxi tendrá que andar un trecho hasta llegar a una calle con tráfico. Y la mamá con un niño se las verá y deseará para ir cargada con él, el cochecito y el carro de la compra. Lo indignante es que quienes viven en el centro sufren los inconvenientes de la peatonalización, que es estupenda para quienes sólo van a pasear. Además, las calles terminan siendo el paraíso de los “top manta”. No dudo que una zona peatonal puede venir bien al comercio, igual que una con tráfico beneficia a los fabricantes de coches. Ahora bien, intentar convertir el centro en espacio peatonal es no tener en cuenta los intereses de quienes allí viven, porque no todos tienen 20 años ni salud de hierro. Vivimos en el siglo XXI y hay que buscar un equilibrio para hacer de las ciudades espacios más saludables, pero eso no significa regresar al pasado, porque de ser así deberíamos tener diligencias en vez de aviones. Y landós en lugar de taxis. Nada más ecológico que la caca de caballo.

Y, por favor, que no recomienden lo de ir por la ciudad en bicicleta, algo que a mi hijo le encantaría, porque no todos tenemos edad, salud ni ganas para hacerlo. Claro que algunos alcaldes suelen tomar decisiones sin pensar que en las necesidades reales de las personas que habitan en sus ciudades. Lo que les importa es que la calle les quede bonita para el día de la inauguración, ni más ni menos. Luego no son ellos los que tienen que aguantar los inconvenientes. Al fin y al cabo, ellos van en el coche oficial.

P. D.: Hace unos días estuve en Florencia y, mientras me tomaba un helado en una terraza escuchando a unos músicos, sentí un pinchazo de mala conciencia al pensar en los vecinos que tenían que soportar la serenata mientras los turistas disfrutábamos. No supe cómo solventar mi contradicción.

Visto en: http://www.hoymujer.com/comunidad/opinion/diligencia,83507,05,2009.html

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Leyéndolo parece una caricatura, en plan irónico, pero me temo que no lo es…

Leyéndolo parece una caricatura, en plan irónico, pero me temo que no lo es…

Lo que más me ha impresionado es lo de que no le recomienden a su hijo ir en bici.
Todo un ejemplo.

Lo que más me ha impresionado es lo de que no le recomienden a su hijo ir en bici.
Todo un ejemplo.

Creo que la autora del artículo se ha dejado llevar por el placer de ironizar y ha terminado reduciendo su discurso al absurdo y a la demagogia (lo de la mala conciencia sufrida en Venecia no tiene desperdicio…). Y es una pena, porque podría haber abierto un debate interesante si hubiese cuidado un poco más su prosa y se hubiese contenido en sus comentarios irónicos. Propongo que nos quedemos con dos frases: "vivimos en el siglo XXI y hay que buscar un equilibrio para hacer de las ciudades espacios más saludables" y "algunos alcaldes suelen tomar decisiones sin pensar que en las necesidades reales de las personas que habitan en sus ciudades", y que a partir de ahí iniciemos un debate lo más objetivo y tranquilo posible.
Estoy de acuerdo en que la peatonalización excesiva de los centros acaba siendo muy perjudicial a largo plazo. En primer lugar, la falta de accesibilidad al centro acaba degradándolo. En Toledo, por ejemplo, donde la propia configuración del casco histórico dificulta enormemente el tránsito de vehículos, el centro está prácticamente deshabitado, lo que deriva en un progresivo deterioro de los edificios no protegidos y en cierta inseguridad ciudadana durante la noche, cuando los turistas se van a dormir a sus hoteles accesibles en la ciudad extramuros. Por otro lado, en otras ciudades, como Sevilla, se multa con 60€ a los ciclistas que circulen por la zona peatonal, una política que no busca reducir el tráfico y descongestionar del centro sino simplemente evitar conflictos entre peatones y vehículos, sean o no motorizados ¿Estoy diciendo que no se deba peatonalizar? en absoluto. Lo que sí creo es que debe hacerse con cabeza y con el objetivo claro de descongestionar los centros sin convertirlos por ello en lugares inaccesibles. Peatonalizar no es simplemente adoquinar y poner una señal de "prohibido el paso a vehículos a motor" . Requiere planificación; estudiar cómo podemos favorecer el uso de la bici sin que interfiera en el tráfico peatonal, ver en qué medida podemos incorporar a estas calles el transporte público ecológico (autobuses con motor de biodiésel o biogás, tranvías, etc), determinando rutas, horarios, etc. En definitiva, ¿nuestra amiga no quiere diligencias? Yo sí, pero con la primera acepción que da el diccionario: cuidado y actividad al ejecutar algo.

Creo que la autora del artículo se ha dejado llevar por el placer de ironizar y ha terminado reduciendo su discurso al absurdo y a la demagogia (lo de la mala conciencia sufrida en Venecia no tiene desperdicio…). Y es una pena, porque podría haber abierto un debate interesante si hubiese cuidado un poco más su prosa y se hubiese contenido en sus comentarios irónicos. Propongo que nos quedemos con dos frases: "vivimos en el siglo XXI y hay que buscar un equilibrio para hacer de las ciudades espacios más saludables" y "algunos alcaldes suelen tomar decisiones sin pensar que en las necesidades reales de las personas que habitan en sus ciudades", y que a partir de ahí iniciemos un debate lo más objetivo y tranquilo posible.
Estoy de acuerdo en que la peatonalización excesiva de los centros acaba siendo muy perjudicial a largo plazo. En primer lugar, la falta de accesibilidad al centro acaba degradándolo. En Toledo, por ejemplo, donde la propia configuración del casco histórico dificulta enormemente el tránsito de vehículos, el centro está prácticamente deshabitado, lo que deriva en un progresivo deterioro de los edificios no protegidos y en cierta inseguridad ciudadana durante la noche, cuando los turistas se van a dormir a sus hoteles accesibles en la ciudad extramuros. Por otro lado, en otras ciudades, como Sevilla, se multa con 60€ a los ciclistas que circulen por la zona peatonal, una política que no busca reducir el tráfico y descongestionar del centro sino simplemente evitar conflictos entre peatones y vehículos, sean o no motorizados ¿Estoy diciendo que no se deba peatonalizar? en absoluto. Lo que sí creo es que debe hacerse con cabeza y con el objetivo claro de descongestionar los centros sin convertirlos por ello en lugares inaccesibles. Peatonalizar no es simplemente adoquinar y poner una señal de "prohibido el paso a vehículos a motor" . Requiere planificación; estudiar cómo podemos favorecer el uso de la bici sin que interfiera en el tráfico peatonal, ver en qué medida podemos incorporar a estas calles el transporte público ecológico (autobuses con motor de biodiésel o biogás, tranvías, etc), determinando rutas, horarios, etc. En definitiva, ¿nuestra amiga no quiere diligencias? Yo sí, pero con la primera acepción que da el diccionario: cuidado y actividad al ejecutar algo.

Creo que tienes toda la razón. El contenido del artículo pierde toda su intensidad por la forma. No da más opción que a su propia opinión (que desde mi punto de vista es totalmente errónea).

Dudo mucho que la mayoría de los ciudanos prefieran vivir en calles con el nivel de ruido que presenta Madrid, por ejemplo, o abrir las ventanas y respirar coches, en lugar de poder dar un paseo y "bajar a jugar". Y quien prefiera verse todo el día conduciendo puede trasladarse al extrarradio, que lo va a disfrutar, y mucho.

Me parece mucho más acertado el término medio de debate que planteas.

Yo vivo al lado de una zona peatonal, y el problema en mi caso, es que en lugar de planificar una reducción del tráfico en la zona, han desviado todo el que antes pasaba por la zona peatonal a las calles aledañas, es decir, la mía. Se ha triplicado la intensidad, el atasco, las pitadas, y el bacalo a tope. Por lo que, a pesar de que la calle peatonal está estupenda, creo se puede planificar de mejor manera.

Pienso también que hay muchos sistemas de control de acceso, bolardos hidráulicos y demás, que permiten un uso más permisivo para los residentes, que la peatonalización radical que tanto asusta a la escritora.

Si "hemos montado una sociedad en la que el coche es necesario", a lo mejor habría que cambiar algo en ese aspecto, y no imponérnoslo a los que preferimos disfrutar de la ciudad.

Creo que tienes toda la razón. El contenido del artículo pierde toda su intensidad por la forma. No da más opción que a su propia opinión (que desde mi punto de vista es totalmente errónea).

Dudo mucho que la mayoría de los ciudanos prefieran vivir en calles con el nivel de ruido que presenta Madrid, por ejemplo, o abrir las ventanas y respirar coches, en lugar de poder dar un paseo y "bajar a jugar". Y quien prefiera verse todo el día conduciendo puede trasladarse al extrarradio, que lo va a disfrutar, y mucho.

Me parece mucho más acertado el término medio de debate que planteas.

Yo vivo al lado de una zona peatonal, y el problema en mi caso, es que en lugar de planificar una reducción del tráfico en la zona, han desviado todo el que antes pasaba por la zona peatonal a las calles aledañas, es decir, la mía. Se ha triplicado la intensidad, el atasco, las pitadas, y el bacalo a tope. Por lo que, a pesar de que la calle peatonal está estupenda, creo se puede planificar de mejor manera.

Pienso también que hay muchos sistemas de control de acceso, bolardos hidráulicos y demás, que permiten un uso más permisivo para los residentes, que la peatonalización radical que tanto asusta a la escritora.

Si "hemos montado una sociedad en la que el coche es necesario", a lo mejor habría que cambiar algo en ese aspecto, y no imponérnoslo a los que preferimos disfrutar de la ciudad.

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