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A + OS: Sistemas de compatibilización de software como ayuda a la transición

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A+OS: arquitectura y open source

Como comentábamos en artículos anteriores, a día de hoy en el ámbito de la arquitectura no es del todo factible hacer una migración profesional completa a Linux y al software libre, pero sí se puede comenzar un proceso de transición combinando diferentes sistemas y programas.
El mayor problema, concretamente, está en los programas que no son multiplataforma. Un programa privativo que funcione en Linux es un medio perfecto para la transición al open source, mientras se desarrolla su alternativa libre, pero ¿qué hay de los programas ligados a sistemas operativos específicos?
Una opción evidente es tener diferentes sistemas instalados en distintos equipos, e ir cambiando entre ellos según las necesidades. Sin embargo, vamos a comentar aquí otras opciones que pueden ser más interesantes, ya que permiten diferentes grados de “convivencia” del software en un único ordenador. Ordenadas de menor a mayor “fusión”, podríamos contar con las siguientes:


Inicio en modo “live”

Una característica muy interesante de muchas distribuciones de Linux es que pueden iniciarse en modo “live”, es decir, directamente desde un CD o memoria USB y sin requerir instalación, de modo que no tocamos nada del sistema operativo instalado pero tenemos completo acceso a sus archivos.

Para comprobar esto, propongo a los lectores que sencillamente prueben a lanzar Linux sobre su sistema actual y trasteen un rato con él, sin miedo a dañar nada. Es tan sencillo como descargarse una ISO del LiveCD de cualquier distribución, grabarla en un CD, dejarlo en el lector y reiniciar. Voilà! Cuando nos cansemos, bastará con apagar el sistema y extraer el CD, y el ordenador iniciará como siempre. Para los que quieran hacer la prueba, algunas distribuciones de Linux buenas para comenzar son Ubuntu, Kubuntu, PCLinuxOS y Linux Mint. En otro momento hablaremos más en detalle acerca de las diferentes distribuciones, por ahora baste con saber que hay diferentes “sabores” de Linux y que podemos probarlos sin instalarlos para ver su aspecto, probar la compatibilidad de hardware, etc.

inicio live

El inicio en modo “live” es el modo de convivencia que menos relación implica entre los sistemas operativos y el que menos cambios provoca en la configuración del ordenador, lo cual es una ventaja muy singular. Permite acceder a todo un sistema operativo “al vuelo”, e incluso instalar programas sobre él, algo que como decíamos es especialmente útil para probar sin riesgos nuevos sistemas y versiones, o para acceder a un ordenador y efectuar tareas de recuperación de datos, de mantenimiento o de reparación. Yo suelo llevar encima un LiveCD que utilizo de vez en cuando para enseñar a otros el funcionamiento y aspecto de Linux, o para acceder a cualquier ordenador en caso de fallo grave.

El inconveniente es que este modo no sirve propiamente para trabajar de forma intensiva dado que su funcionamiento es más lento, y dado que toda la información se almacena en RAM de forma temporal, perderemos los programas que hayamos instalado o cualquier otra configuración en cuanto apaguemos el equipo. Los archivos guardados en el disco duro, por supuesto, permanecerán donde los dejamos.

Inicio dual

Cuando instalamos un sistema operativo teniendo otro previamente instalado, el nuevo reconoce la presencia del antiguo y configura un gestor de inicio que nos permitirá elegir cuál queremos cargar en cada sesión. Simplemente habrá que tener en cuenta que todos los sistemas instalados soporten el hardware, y que sean capaces de reconocerse entre ellos, en el orden de instalación. Por ejemplo, Windows XP no detectará la presencia de Linux, pero sí a la inversa, por lo que deberemos instalarlos en orden “del más tonto al más listo”, es decir: Windows XP < Windows Vista < Linux/MacOS.

inicio dual

La mayor desventaja de este método es el propio hecho de tener que apagar un sistema operativo, reiniciar y cargar el otro, lo que hace imposible cambiar rápidamente entre aplicaciones de uno y otro.
La ventaja es que permite combinar dos sistemas en un único equipo de forma que al iniciar cada uno de ellos su funcionamiento sea exactamente igual al que tendría si fuera el único sistema instalado, aprovechando toda la potencia del hardware y el software instalado.
Otra ventaja adicional es que no requiere ningún software intermedio instalado. Los sistemas operativos actuales llevan en sí mismos, de forma más o menos eficaz, la capacidad de reconocerse entre ellos y gestionar el arranque de forma adecuada.

Virtualización

La virtualización consiste en iniciar un sistema operativo sobre otro, sin necesidad de cerrar el sistema “anfitrión” para abrir el “huésped”. Podemos estar trabajando en Linux, abrir Windows en un escritorio, y utilizarlo como siembre: cargar dentro de él cualquier programa, navegar por los discos duros, acceder a dispositivos externos, a Internet, etc. El programa de virtualización se encargará de que el puntero y el teclado actúen en ambos sistemas sin discontinuidades. Con los programas de virtualización actuales, es posible incluso sacar ventanas del escritorio huésped y mezclarlas con las del anfitrión para trabajar de forma más intuitiva. El huésped creerá estar funcionando sobre un ordenador cualquiera, cuando en realidad el programa de virtualización estará creando la conexión con el hardware a través del anfitrión.

Uno de los mejores programas libres de virtualización es Virtualbox, que puede ser instalado sobre Windows, Linux, MacOS y OpenSolaris y permite virtualizar una larga lista de sistemas diferentes.  Este programa crea un archivo que contendrá en sí mismo el “disco virtual” donde estará instalado el sistema operativo huésped, que se podrá eliminar sin más problemas en cualquier momento.

virtualizacion de un sistema operativo

La virtualización tiene varias ventajas. La primera y más clara: no tener que reiniciar para usar otro sistema operativo, y por tanto, poder cambiar rápidamente entre aplicaciones de uno y otro. La segunda, derivada de la anterior, es que permite el funcionamiento simultáneo de aplicaciones de diversas plataformas.
Sin embargo también presenta un par de inconvenientes: La suma de sistemas operativos funcionando de forma simultánea consume más recursos. Por ejemplo, el consumo de RAM será aproximadamente equivalente a la suma de los consumos de cada sistema por separado.
El otro inconveniente es que según el sistema de virtualización, el sistema huésped puede no tener acceso al 100% del hardware, aunque hoy día están bastante avanzados en ese sentido y no suele haber problemas.

Esta configuración es especialmente útil si se requiere usar el sistema operativo completo sin reiniciar y no sólo un programa concreto, o si éste es muy difícil de emular por separado como veremos en el próximo punto. Al igual que la ejecución “live” de Linux, nos permite probar otro sistema operativo sin renunciar al que estemos usando en ese momento.

Emulación

Explicada de forma conceptual, la emulación consiste en interponer entre el programa y el sistema operativo una “capa” de conexión que les permite funcionar juntos aunque originalmente no fueran diseñados para ello. Por ejemplo, se puede conseguir que una aplicación diseñada para Windows funcione sobre Linux sin que el usuario note diferencia alguna en el manejo o el funcionamiento. El emulador hace de “intérprete” entre ambos para permitir que se “entiendan”. La aplicación funcionará como si estuviera en Windows, y el sistema operativo la podrá gestionar como una aplicación más de su entorno, abriéndola desde el menú, redimensionándola o cerrándola, dándole acceso al sistema de archivos, etc.

La aplicación libre más conocida para emulación en Linux es Wine. Una vez instalada, si ejecutamos un instalador típico de Windows (un .exe, por ejemplo), Wine se hará cargo de la instalación del programa para que funcione correctamente. En principio es así de sencillo, aunque según de qué programa se trate es posible que haya que hacer alguna configuración adicional.

emulacion de software

La mayor ventaja de la emulación es que es prácticamente imperceptible, de modo que el usuario no nota apenas la diferencia (más allá de matices en el aspecto gráfico de la ventana) entre los programas nativos y los virtualizados. Otra ventaja menos evidente es que, a diferencia de la virtualización, la emulación no requiere tener una licencia legal del sistema operativo privativo que queremos emular.
Su inconveniente más importante estriba en su rango de aplicación, algo limitado. Hay muchos programas que tienen una conexión tan compleja con el sistema operativo para el que fueron diseñados que puede llegar a ser imposible emularlos sobre cualquier otro. También se puede dar el caso de que la aplicación emulada funcione de forma más lenta que en su sistema operativo original, o que algunas de sus características no funcionen correctamente.  De ahí que la gran comunidad de usuarios de Wine mantenga una base de datos participativa con indicaciones acerca de qué programas se han logrado hacer funcionar, en qué circunstancias y de qué forma. La lista es bastante extensa, y una consulta previa nos permitirá hacernos una idea de si este sistema nos servirá para un determinado programa, o de cuánto costará hacer que funcione.

Una vez en funcionamiento, la virtualización nos permitirá trabajar con total comodidad en Linux, sin ningún tipo de discontinuidad o quebradero de cabeza, y sin sacrificar el rendimiento del resto de programas.

Como conclusión, podríamos decir que la combinación de todas estas alternativas nos permitirá seguir trabajando con esos programas que a día de hoy aún nos puedan parecer irrenunciables. No conviene olvidar, sin embargo, que sigue siendo una solución transitoria y que el verdadero objetivo sería lograr funcionar directamente con software nativo de Linux (aunque sea privativo, como BricsCAD), y más adelante, con software completamente libre.

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Comments (5)

bien, bien, esto empieza a ir tomando buen color.

no lo podrías haber explicado mejor.

algunas anotaciones personales sobre las distintas posibilidades:

un live cd sirve para poco más que probar el sistema operativo. ya lo has dicho, pero quiero hacer hincapié. y a veces ni eso (que a nadie se le ocurra probar un kubuntu 8.10 o superior en un ordenador con más de 2 años de antigüedad, kde 4 es para monitores novísimos!! lo digo por experiencia…). para rescatar sistemas dañados es lo mejor que se ha podido inventar. pero incluso para esto es mejor utilizar versiones antiguas que nuevas, o tardarán la vida en cargarse (para este fin yo suelo utilizar un knoppix 3.5).

el método más robusto para empezar e ir aprendiendo a manejarse con linux es la instalación dual. los dos únicos inconvenientes que tiene son el tener que reiniciar cuando queramos cambiar entre sistemas operativos, y que sólo tendremos una parte del disco duro operativa para cada sistema (aclaración: sí que se puede acceder a todo el disco desde ambos sistemas, pero desde windows es un poco enrevesado acceder a la partición de linux, y desde linux hay ocasiones en que no es conveniente acceder a la de windows, sobre todo cuando aún no se conoce bien el sistema).

la emulación es una solución bastante buena, pero hay ocasiones en que da bastantes quebraderos de cabeza. siempre lo mejor será correr cada aplicación en su sistema nativo.

y para esto, y esta es mi solución favorita, lo mejor es la virtualización. yo a día de hoy ya tengo instalado sólo linux y cuando necesito aplicaciones windows ejecuto éste sobre virtualbox. una aclaración sobre este software: es cierto que la versión open source tiene ciertas limitaciones de acceso a hardware (no accede a los puertos usb). la versión privativa (que sigue siendo gratuíta) no tiene este problema. si queremos, por cuestión de ideología, utilizar la versión OS, se puede solucionar montándolos como unidades de red. pero eso es otra historia.

adelante con esta sección. va viento en popa… y me encanta!

[…] que publico en colaboración con Ecosistema Urbano, sigue creciendo. Esta última entrega se llama Sistemas de compatibilización de software como ayuda a la transición […]

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Echadle un vistazo a BRL-CAD, opensource y gratuito. Todavia falta el plugin para importar dwg, pero estan en ello, ;)

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Gracias por comentar tu experiencia personal, nihillo. Estoy completamente de acuerdo contigo, aunque yo ahora mismo sigo funcionando con el inicio dual más que con la virtualización…

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