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#followarch | n’UNDO

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Llega el viernes, y con él retomamos nuestra serie de recomendaciones #followarch, en la que mostramos personas, empresas o colectivos relacionados con la arquitectura y que proponen ideas, formas de trabajar o enfoques que nos parecen interesantes.

En este caso os traigo una iniciativa que se presentó hace tres semanas en el aula Camon de Madrid y que tenía ganas de comentar aquí: n’UNDO.

n'UNDO - original image by Catalina Gracia Saavedra

n’UNDO intenta representar, visualizar y concentrar una actitud que siempre ha existido pero que en estos últimos años está emergiendo con un impulso renovado: la de repensar y reelaborar lo existente. Tras una historia ligada básicamente al crecimiento, a la adición, a la creación ex novo,  la arquitectura como disciplina y profesión comienza a volver cada vez más sobre sus pasos, dirigiendo la mirada hacia toda una serie de construcciones abandonadas, desarrollos urbanos perniciosos, fallidos o insostenibles, construcciones o elementos sencillamente prescindibles, atentados varios contra el medio ambiente, etc.

En esa línea, los impulsores del proyecto, Verónica Sánchez Carrera y  Alejandro del Castillo Sánchez, proponían varias líneas de pensamiento y acción para la arquitectura:

  • No construir. El paso más básico, el gesto mínimo, el más eficiente y muchas veces el más eficaz. Ser críticos con lo que proponemos y sensibles con lo que ya existe. Respetar.
  • Minimizar. Limitar el impacto, reducir los recursos necesarios, ajustar los medios a los objetivos, y los objetivos mismos. Revisar las consecuencias de lo que hacemos y volverlas hacia lo positivo. Limpiar.
  • Reutilizar. Actualizar lo obsoleto a nuevas necesidades, extender la vida útil de las construcciones, integrar en la vida contemporánea los desechos arquitectónicos y urbanísticos como elementos con nuevo sentido. Recuperar, revalorizar.
  • Desmantelar. Eliminar lo que genera más problemas que soluciones, deshacer errores pasados, recuperar valores aplastados, perdidos u olvidados, sacar de la herida los restos lacerantes de una actuación inapropiada. Regenerar.

Una oportuna apropiación disciplinar de las “4 erres” (reducir, reutilizar, reparar, reciclar), cada vez más pertinentes y de forma más evidente que nunca, ahora que la burbuja del crecimiento limitado ha explotado estrepitosamente y el decrecimiento está pasando de ser una idea bonita a un impulso renovador vital, positivo y creativo.

n’UNDO da presencia coherente a una serie de mecanismos, enfoques y oportunidades relacionados con lo anterior, mostrando actuaciones ejemplares, mapeando lugares que piden a gritos ser intervenidos según una serie de áreas de análisis, convocando concursos de ideas para evidenciar el potencial de éstos, y en definitiva proponer un cuerpo teórico y práctico para una práctica de la arquitectura más consciente y comprometida.

mapa de oportunidades n'UNDO

Para terminar, siendo este uno de esos proyectos que dan pie a varias líneas de reflexión y debate, os dejo una duda que me surgió al ver la presentación:

Aunque se explica como una actitud, una manera de ver las cosas, n’UNDO tiene una presencia comunicativa más propia de una organización, un colectivo, una empresa o incluso una marca, lo cual crea cierta confusión y podría dificultar la apropiación o adhesión por parte de otras personas. Como visitante de la web, me he encontrado pensando cosas como: ¿Quién está detrás de esto? ¿Qué es realmente n’UNDO, qué estructura de funcionamiento tiene? ¿Es un “sello” que puedo poner a cualquier proyecto, a modo de marca colectiva? ¿O es un canal de comunicación sobre una manera de ver las cosas, que yo pueda seguir? ¿Puedo adherirme, o colaborar? ¿A qué, y cómo, estaré contribuyendo si lo hago?

Es probable que con el tiempo esto se vaya definiendo de forma más o menos gradual y espontánea, y veamos surgir una organización, o quizás un canal de comunicación potente, o un proyecto colaborativo, o una empresa o red de trabajo, o incluso todo a la vez. Es un proceso lógico y enriquecedor, pero mientras tanto, ¿necesita realmente tener un nombre “comercial” y un logotipo algo que se define como “una actitud”?

Ahí os dejo la reflexión. ¿Qué pensáis vosotros de esta interesante iniciativa? ¿De qué manera os gustaría participar en ella?